El cura de las tres Nogueiras de Meis, José Antonio Souto, ha planteado a la dirección de la obra de restauración de la capilla de Mosteiro la posibilidad de colocar una reja a la entrada del templo, de modo que se pudiese dejar abierta la puerta durante buena parte del día, para que los turistas tengan la oportunidad de contemplar el interior, sin la necesidad de disponer de una persona en la capilla.
El grueso de la rehabilitación ya ha concluido, y José Antonio Souto manifiesta que "me gustaría mucho que los visitantes pudiesen disfrutar de esta joya", en alusión a la capilla, que es una de las construcciones más destacadas del Románico de O Salnés.
Uno de los asuntos que quedan pendientes es si se coloca o no la verja que ha sugerido el sacerdote. Antes de tomar la decisión se ha consultado con la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia, que es la entidad que tendrá la última palabra.
La capilla de Mosteiro tiene un elevado interés artístico, pero permanece cerrada la mayor parte del tiempo. Por ello, José Antonio Souto planteó la posibilidad de colocar una verja por la parte interior de la puerta de entrada, bajo la tribuna. Al disponer de dicha verja, la puerta podría permanecer abierta aunque no hubiese nadie en la capilla, con lo que los visitantes podrían asomarse al interior del templo y conocerlo por dentro, y en la parroquia podrían estar tranquilos ante un eventual robo.
La tercera lauda
En el suelo de la capilla existen dos laudas de piedra (tapas de las sepulturas), pero por referencias históricas se cree que existió una tercera. Durante los trabajos de rehabilitación de la capilla se hicieron también unas catas arqueológicas, con la finalidad de buscar precisamente esa lápida.
Otro objetivo de esas prospecciones era el de determinar si la capilla tuvo suelo de piedra antiguamente, puesto que el anterior a la obra era de cemento. En ese sentido, se ha determinado que el piso original de la capilla era de tierra, por lo que la opción que se ha elegido finalmente para la rehabilitación es la de sustituir el cemento por madera. En lo que respecta a la lauda, no apareció.
José Antonio Souto plantea que "una de las hipótesis que hay es de que se encuentre debajo de la mesa del altar, pero ahí no se miró", ya que es de piedra y podría sufrir daños. Tanto las dos lápidas como el escudo, también de piedra, que se ven en el piso de la capilla, se protegerán a partir de ahora con unos cristales gruesos. Eso permitirá a vecinos y visitantes conocer las piezas sin que sufran el desgaste propio de la erosión derivada del paso de la gente por encima.
La inauguración
José Antonio Souto todavía no puede determinar la fecha en que se reabrirá al culto el templo, debido a esos flecos que quedan por resolver, entre ellos la respuesta de Patrimonio. En cualquier caso, ha señalado que una de las propuestas sería la de reabrir la capilla coincidiendo con la festividad del San Benito de verano, que es el 11 de julio (martes).
Los trabajos en el templo se iniciaron a finales del pasado año, por lo que el San Benito de invierno ya no se pudo hacer en Mosteiro. Las celebraciones religiosas tuvieron lugar en la iglesia parroquial de San Vicente, a la que pertenece la zona de Mosteiro donde se encuentra la capilla. La Diputación ha costeado estos trabajos con un presupuesto que rondaba los 187.000 euros, y se los adjudicó a la empresa Construcciones Abal, que es precisamente de Mosteiro. El objetivo de la obra era atajar el progresivo deterioro de la ermita, provocado en gran medida por el estado del tejado.
En los últimos meses se llevó a cabo una actuación integral en el inmueble. Así, se cambió la cubierta y se colocó una nueva armazón de madera en el interior. Se limpió la piedra, tanto por dentro como por fuera, y se actuó en el atrio, con la plantación de césped.
