Continúan paradas las obras de reconstrucción del pabellón de deportes de Xil que debían haber concluido a finales del pasado mes de enero. Las mismas, que marcharon al ralentí durante buena parte del período de ejecución, acabaron paralizándose definitivamente en febrero. Desde entonces, y va camino de tres meses, no se ha trabajado nada en dicha infraestructura.
La explicación oficial del gobierno local es que se está a la espera de una conformidad por parte de la Diputación para proseguir con ellas. "Se trata -explica la alcaldesa Lourdes Ucha- en mejorar la cimentación invirtiendo para ello los 20.700 euros de mejora con que la empresa se hizo con el proyecto". Y es que, conforme avanzaron las obras, los técnicos descubrieron un problema estructural en la cimentación, deteriorada con el paso del tiempo, aconsejaba su refuerzo.
El pabellón, destruido en febrero de 2016 por un tornado, se construyó en los 90 sobre una pista polideportiva al aire libre. Ya por entonces se estudió su cimentación y, en aquella ocasión, los técnicos concluyeron que era apta para soportar la estructura cubierta de hierro y uralita. Con el paso del tiempo y los daños del tornado debe garantizarse la seguridad.
Fue a mediados de febrero de este año que el pleno de la corporación acordó solicitar a la Diputación autorización para reinvertir en dicha cimentación los 20.700 euros de mejora con que la empresa adjudicataria, Zona de Obra O Rosal S.L.U., se hizo con la obra. Desde esa los trabajos en dicho pabellón están formalmente parados y los vecinos empiezan a impacientarse. Hasta entonces se hallaba conformada la estructura de hierro que sostiene la cubierta en ambas fachadas. Estaba pendiente de levantarse una perfilería metálica que sustentará un material de acabado en vidrio y paneles de policarbonato multicelda. Pero fue en esa fase cuando llegaban los trabajos en la cimentación donde los técnicos detectaron el problema.
Meaño Independente difiere: "El problema es mucho más complejo de los que nos quieren hacer ver -apunta José Manuel Aspérez- y el gobierno local nos está ocultando la verdadera razón".
Aspérez explica que las catas realizadas han detectado problemas en la cimentación, tanto que uno de los pilares se halla literalmente en el aire y los 20.700 euros "no llegan, ni de lejos". Los técnicos temen que el pabellón pueda venirse abajo si tiene que afrontar un invierno duro. Ante la situación algunas voces han planteado incluso como mejor solución demolerlo y construir uno nuevo".
