El concejal Miguel Alves y el exconcejal Ramón Bueno han decidido darse por expulsados de Esquerda Unida en Vilagarcía, aunque aún ayer no les había sido notificada la resolución del comité nacional de esta agrupación política. Indican que lo hacen ante la situación de indefensión en la que se encuentran, ya que no han tenido oportunidad de explicarse y la mayor parte de las decisiones que les afectan las conocen a través de comunicados en prensa. Dado que no se respetan los estatutos del partido, Alves ha decidido que él se acogerá a lo establecido en la legislación vigente que indica que el acta de concejal es personal, por lo tanto la mantiene.

"No contestaron a ninguno de los escritos que hemos remitido por carta certificada con acuse de recibo a la comisión instructora, al comité nacional de Galicia y al comité federal del partido. El único escrito que recibimos fue una resolución de imputación de cargos el 21 de febrero de este año que lo remitía la comisión instructora pero que nadie firmó. A mi me imputan faltas graves y muy graves de respeto hacia mis compañeros y de disciplina de voto. Yo lo único que hice es reunirme con los militantes de la agrupación local para consultar, como establecen los estatutos, todos los asuntos que se abordan en el pleno. No sé quien es el que ha faltado el respeto aquí", expone Miguel Alves.

El concejal puntualiza que, al conocer los cargos, tanto él como Ramón Bueno pidieron el trámite de audiencia y también presentaron alegaciones por escrito, pero no tuvieron respuesta a ninguna de estas cuestiones. "Ahora nos encontramos con la noticia de que dicen que se reunieron el pasado sábado y que decidieron expulsarnos, pero nadie nos ha comunicado nada", apuntó.

Por su parte, Ramón Bueno expuso: "Quiero dejar claro que yo ya no tengo vinculación alguna con esta organización. Rompo cualquier vínculo porque tres personas actuaron de forma corrupta, poco democrática (en clara alusión al responsable de organización nacional Rubén Pérez, el portavoz del grupo municipal de EU, Jesús López, y el exdiputado y actual asesor de Villares, Juan Fajardo) y no tuvieron en cuenta ni la situación ni los estatutos de la organización política. Con su comportamiento han tomado la decisión de romper la agrupación; parece que es lo que buscaban. Intentaron hacernos culpables de ello. Estuvimos esperando a ver si se resolvía a nivel interno, pero no fue posible. Ahora la situación llegó a tal punto que ya no quiero saber nada de esta organización".

Ramón Bueno recordó que esperaron un año para ver si se convocaba una asamblea y que incluso estuvieron pendientes de la gestora por si convocaba alguna reunión o asamblea de Esquerda Unida; pero las únicas convocatorias que recibieron fueron para actos de otras organizaciones como En Marea.

En cuanto a incumplimiento de estatutos del partido, Bueno señaló que éstos indican que el cargo de concejal es incompatible en EU con el de diputado; algo que sí se permitió en Vilagarcía.

"Nos cerraron el local de Vilagarcía, cambiaron los correos electrónicos, se negaron a debatir los temas de los plenos con los militantes cuando los estatutos dicen que debe convocarse una asamblea antes de cada sesión. Han hecho lo que quisieron y a nosotros nos acusan de incumplimientos. Ya que ellos no respetan los estatutos de la organización y dicen atenerse a la legislación; yo también me acogeré a lo que establece la ley por eso mantengo el acta de concejal", puso de manifiesto Miguel Alves.

El apoyo de este edil a los Presupuestos, tras aceptar el gobierno municipal socialista varias de sus propuestas, hizo que lo señalaran como próximo al PSOE. Miguel Alves puntualiza: "Soy de izquierdas, comunista con orgullo, y tengo claro que no voy a acabar en el Partido Socialista. Participo en las plataformas del IBI y por el trabajo y el empleo estable y seguiré defendiendo una política social para que los trabajadores tengamos una vida digna".

Ramón Bueno también defiende la militancia de base de organizaciones de clase trabajadora. "Seguiremos desarrollando nuestro trabajo en movimientos sociales de izquierda y solo nos plantearemos alguna participación política si surge desde la izquierda participativa.

Miguel Alves y Ramón Bueno no son los únicos que se disvinculan de la agrupación local de Esquerda Unida en Vilagarcía de Arousa. La situación creada en los últimos tiempos ha llevado a otros doce militantes a anunciar que también abandonan la organización.

Se trata de la gente que acudía a las reuniones para abordar los temas municipales con los concejales y que ahora entienden que solo les queda como vinculación a EU el pago de la cuota.Estos afiliados indican que son aproximadamente la mitad de todo el censo de la agrupación local.