El capo cambadés respondió a la pregunta de si le quedaba algo de su fortuna con una negativa. "Me sacaron todo, vivo de mi pensión". Oubiña inició la entrevista contando cómo se introdujo en los negocios ilícitos. Según él, se fue de la casa familiar a los 17 años, en una época marcada por el racionamiento de alimentos y otros productos básicos -sus padres tenían una tienda- y marcada por el racionamiento.

Empezó a traficar con algunas cajas de tabaco que le compraba a los marineros de los mercantes que arribaban a Vilagarcía desde las Islas Canarias, y se metió de lleno en el contrabando de tabaco "en 1969 y 1970". Sostiene que ganó mucho dinero, y que gracias al contrabando reunió los 275 millones de pesetas que le costó el pazo de Baión.

En el caso del hachís, adujo en la entrevista que se inició en él después de que el patrón de uno de sus barcos le dijese que "yo estaba con el tabaco y que no ganaba nada, que había que hacer algo de hachís". "Una noche lo llevé a cenar y después de tomar unas copas me dijo que cuando él estaba en tierra, se fumaba dos o tres porros y que quedaba como nuevo. Ahí es donde doy el paso, que nunca debí darlo".

En cuanto a su famoso carácter, aduce que "a partir de los 17 años digo las cosas a la cara, y eso en España no gusta. Y nunca digo una mentira".