Antonio Rial Boubeta es uno de los ponentes que mañana participa en la segunda edición de las jornadas sobre acoso escolar "Alza a túa voz", organizadas por la asociación TDAH Salnés. Se celebrarán durante todo el día en el Auditorio municipal de Vilagarcía. Este profesor de Psicología experto en menores advierte de que los adolescentes con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad tienen muchas más posibilidades de ser acosados en la red, pero también de ser acosadores. No obstante es la lacra social del acoso en las aulas y a través de la red no solo afecta a los alumnos con TDAH, sino que ya la sufren uno de cada cinco escolares de Galicia. Boubeta advierte de que la etapa más problemática es 2º y 3º de ESO, y ofrece a los padres unas claves para marcar normas y límites que garanticen la seguridad de nuestros hijos.

- ¿En qué va a centrar su conferencia?

- Las jornadas son sobre acoso escolar. Existe un estudio con el ránking de preocupaciones en base a las charlas que se organizan en Galicia. La primera es el uso de las nuevas tecnologías por parte de los menores, la segunda, el acoso escolar, y la tercera, el alcohol y otras drogas. Los datos que yo pongo encima de la mesa analizan las relaciones entre las tres y son útiles a nivel de prevención. Hay que tener en cuenta que uno de cada cinco adolescentes hacen un uso problemático de las redes sociales.

- ¿A qué se refiere con uso problemático?

- Ese uso problemático se puede traducir en un uso abusivo, en contacto con desconocidos, sexting, ... No se puede hablar de adicción porque no está reconocido, pero sí de uso que supone un riesgo alto de adicción.

- Hoy se ha publicado un nuevo informe sobre el acoso escolar, advirtiendo del aumento. ¿En qué falla la sociedad?

- En muchas cosas. Es un problema de educación en valores, de pérdida del vínculo familiar. La relación y la comunicación entre padres e hijos está mermada. No educa la familia, sino que educa internet, las redes sociales. Lo que no es deseable los chavales lo están adquiriendo de otros sitios. También es cierto que existe una gran desinformación de los padres, pues más allá de los peligros de la red, esta está cambiando la socialización de nuestros hijos. Ahora no hay espacios de interacción, casi no comemos ni cenamos juntos. Y si hay algún problema, mejor no discutimos, le damos una tablet. A esto hay que sumar una pérdida de normas y de límites, así como la normalización de la violencia. Los chavales consumen una gran cantidad de violencia.

- ¿A través de internet?

- De los videojuegos. El 80% de los adolescentes gallegos juegan a videojuegos casi a diario, es decir, que habitualmente los usan como principal herramienta de ocio, y sobre todo los on line, que son gratis. Uno de los videojuegos estrella es el GTA. El 50% de los chavales de entre 12 y 16 años en Galicia juega al GTA regularmente. Y ese juego es violencia pura y dura. Existe una normalización de la violencia en la sociedad en nuestro conjunto y en nuestros chavales en particular.

- ¿Esa violencia influye en el acoso escolar?

- Sí, y también da lugar a xenofobia, etc. Los padres están como anestesiados; no son conscientes de todo eso. Estamos a mil cosas y hemos dejado de prestarles atención a nuestros hijos. Tendemos muchas veces a hiperprotegerlos, lo que implica una mayor vulnerabilidad, con lo cual tampoco van a tener estrategias para enfrentarse a esa violencia de una manera eficaz y no violenta. Hay que señalar que uno de cada tres acosados también son acosadores. Muchas veces se produce un retroalimento. El último estudio que tengo de Galicia, todavía sin publicar, revela que un 20% de los chavales sufre acoso escolar, y coincide con los datos de la OECD en el marco del Informe Pisa. El año pasado el dato del Estudio de Convivencia Escolar de la Consellería de Educación estimaba que el porcentaje era del 5%.

- El aumento es espectacular...

- Sí. Estamos ante un problema que va a más, y que también está vinculado a la globalización de las nuevas tecnologías. Está creciendo mucho el ciberacoso, porque es muy fácil acosar, insultar y amenazar a través de la red. Se genera exclusión social, por ejemplo cuando a un adolescente lo expulsan de un grupo de Whatsapp. Hay nuevas conductas vinculadas al acoso que están siendo poco estudiadas. Estimamos que en las redes están siendo acosados entre un 10 y un 11% de los menores. Y probablemente este dato esté infraestimado.

- ¿Cuál es la etapa educativa más problemática?

- Segundo y tercero de ESO, cuando los chavales tiene sobre 14 años. Esto no quiere decir que el acoso desaparezca en Bachillerato. Se estabiliza pero no desaparece. Los chavales con 16-17 años también siguen con tasas demasiado altas de acoso y ciberacoso. Hay que prevenir, trabajar ya en Primaria. Y hay que denunciar.

- Hay asociaciones que advierten de que los centros educativos ocultan muchos casos de acoso escolar, que miran para otro lado. ¿Tiene esta misma percepción?

- Es necesario una labor más activa por parte de los centros en la detección precoz de los casos de acoso y una gestión más ágil de los mismos. Y es importante que los profesores tengan herramientas. Yo me encargo de formar a docentes y orientadores para poder hacer bien esa labor. Y a veces no se sienten respaldados institucionalmente para hacer su labor. Por ello debemos trabajar todos a una. El acoso escolar es un tema que va a seguir aumentando. Es muy importante la detección precoz. Hay centros que miran para otro lado, por supuesto que sí. Y hay colegios que tienen abiertos procedimientos e incluso litigios porque no hicieron bien su trabajo, pero no voy a criminalizarlos ni generalizar. En general sí que existe una motivación, pero es cierto que hace falta más información y respaldo institucional.