Dos vecinos de Meis, un transportista maderero y un exempleado de Ence al cargo de la báscula de pesaje de camiones, aceptaron ayer sendas penas de dos años de prisión como autores de una estafa a la empresa pastera en la compra de la materia prima de eucalipto que la fábrica de Lourizán utiliza para la producción de pasta de papel y la generación de energía.

Manuel S. O. y José V. O. reconocieron los hechos que le imputaba el Ministerio Fiscal y que consistían en cobrar a la empresa por camiones cargados de madera que nunca llegaron a entrar en la fábrica de Lourizán. En total, son unos 152 camiones "fantasma" los que habrían cobrado a la empresa pastera a pesar de que nunca existieron.

Los dos reconocieron los hechos en una vista celebrada en la Audiencia de Pontevedra. Asumieron la pena de dos años de prisión, un año por la estafa y otro más por un delito de falsedad dado que para lograr su engaño modificaban los albaranes o creaban unos ficticios, así como sendas penas cada uno de seis meses de multa a razón de cuatro euros al día.

El fiscal rebajó la pena inicial de cuatro años que pedía para cada uno de los acusados al apreciar la circunstancia atenuante de confesión. El tribunal, con el visto bueno de la Fiscalía, dictó sentencia en los términos aceptados por los acusados y suspendió el cumplimiento de la pena de prisión, dado que ninguno cuenta con antecedentes.

No obstante, la suspensión está siempre condicionada al pago de la responsabilidad civil, es decir, a la devolución a Ence y a Explotaciones Forestales del Noroeste (proveedor de la empresa de celulosas que abonó parte de estos camiones) de un total de 188.170 euros en los que se calculó la estafa, cantidad que deberán asumir al 50% entre los dos procesados.

La Audiencia estableció la posibilidad de fraccionar los pagos, pero señala que estos deberán hacerse en un plazo de año y medio. El magistrado presidente advirtió a los acusados que el incumplimiento de alguno de los plazos de pago supondría el levantamiento de la suspensión de la pena de prisión por lo que podrían ingresar en un centro penitenciario para cumplir condena. La suspensión también está condicionada al hecho de que no vuelvan a delinquir en el plazo de cuatro años.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el "modus operandi" de estos acusados era sencillo. Ambos acordaron realizar descargas de camiones ficticias en Ence, para lo cual modificaban o creaban los albaranes que el transportista entregaba al entonces empleado de Ence en la zona de la báscula.