Tonucci se expresa a la perfección en castellano, y afirmó que también entiende bastante bien el gallego. Habla despacio, sosegadamente, y sorprende al interlocutor al afirmar, por ejemplo, que le da lástima que sus ideas sean tildadas de "revolucionarias", cuando en su opinión se trata únicamente de aplicar el sentido común por el bien de los niños.

Pero sus planteamientos en materia de educación son, si no revolucionarios, sí rupturistas. Es, por ejemplo, partidario de clases en las que haya niños con distintas edades. Esto, según él, sería bueno también para aquellos que tuviesen dificultades de aprendizaje, y citó el caso de los afectados por síndrome de Down. "A nivel emocional, social, de afecto, estarían más con los niños de su edad. A nivel cognitivo, con los más pequeños".

Los deberes para casa son en su opinión un error, ya que considera que a menudo las familias no tienen los conocimientos o las habilidades necesarias para resolver las lagunas en el aprendizaje que el niño pueda presentar.

También considera que "el aula es un espacio antinatural que repite el modelo de la celda de la cárcel o del monasterio". En su opinión, sería mejor contar con laboratorios y talleres específicos, a los que los niños se desplazarían entre clase y clase. "Ahora mismo les obligamos a cambiar de manera de hablar y de pensar en menos de tres minutos. Es el tiempo que les lleva guardar un libro, sacar otro y esperar a que empiece a hablar el siguiente profesor".

El colegio de Viñagrande está aplicando la filosofía de Tonucci en un proyecto integral que incluye también, por ejemplo, un momento de aprendizaje lúdico y libre de los niños, así como la creación de "contextos de aprendizaje" en las aulas, o la redacción de una revista.

Las críticas a Cambados

En su paseo por Cambados, Tonucci explicó como algunos aspectos de la villa no coinciden en absoluto con su modelo de ciudad. Así, al ver coches aparcados tanto en la plaza de Fefiñáns como en la de A Leña, apuntó que "las plazas son para las personas". Y en el parque de Torrado le llamó la atención negativamente que el área de juegos biosaludables para personas mayores esté dentro de un recinto vallado y que haya un cartel que pone: "Prohibida la entrada a los niños".