Como sucede con demasiada frecuencia la "movida" de Vilagarcía volvió a terminar en pelea. Y no solo se produjeron altercados durante la madrugada, sino también ya salido el sol, hasta las diez de la mañana, para indignación de los vecinos que a esa hora paseaban tranquilamente por la ciudad.

Varios jóvenes heridos de diversa consideración, persecuciones a pie por las calles del centro, agresiones, vasos y botellas rotas en aceras y calles, gritos y tensión protagonizaron el despertar de Vilagarcía en la jornada dominical, obligando a intervenir a una decena de efectivos policiales.

Todo había comenzado de madrugada, con las broncas iniciales en la zona de la "movida", la conocida como explanada de la TIR, donde se ubican los pubs que reciben a sus clientes "a última hora", o mejor dicho, a primeras horas de la madrugada.

Tras esos disturbios, que como queda dicho se repiten prácticamente cada fin de semana, la situación parecía tranquilizarse a medida que los locales de copas cerraban sus puertas y los clientes empezaban a irse.

Fue entre las nueve y las diez de la mañana cuando varias pandillas de jóvenes -eran alrededor de treinta, con edades comprendidas entre los 16 y los 25 años- protagonizaron los momentos más tensos.

Todo se escenificó en el entorno de la calle Conde Vallellano, donde se encuentra la parada de taxis que muchos jóvenes utilizan para regresar a casa.

En el camino entre la TIR y ese vial se registraron las agresiones más importantes, y en ese instante comenzaron las carreras, con unos jóvenes persiguiendo a otros por el centro de la villa, sobre todo por la Avenida da Mariña, Praza de Galicia y A Baldosa.

Con el suelo cubierto de cristales y algunas chicas llorando desconsoladamente mientras trataban de sujetar a sus compañeros -aunque otras contribuían a enfrentarlos-, los empujones y las agresiones fueron inevitables, de ahí que varios hombres recibieran fuertes golpes y que otros acabaran con la cabeza, la cara y las manos ensangrentadas.

Agentes de la Comisaría Nacional de Policía y de Policía Local perseguían a su vez a los implicados en las reyertas, trataban de identificarlos y hacían todo lo posible para controlar la situación.

Según los propios agentes policiales, que reconocen que este tipo de enfrentamientos son frecuentes en la ciudad cada domingo de madrugada, los implicados esta vez en los altercados eran, sobre todo, jóvenes llegados desde A Illa de Arousa, Vilanova y Cambados.