El parking de O Bao, en A Illa de Arousa, tendrá espacio para 23 autocaravanas. El informe realizado por los técnicos municipales es la cifra máxima que aconseja en un aparcamiento que también debe ser la referencia para los vehículos convencionales que se dirigen a esa playa. La medida se ha adoptado tras mantener varias reuniones con los responsables de la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA), que en su página web valoran de forma positiva la iniciativa del Concello de A Illa para mantener este tipo de turismo tras la decisión de Costas del Estado de cerrar la enorme finca en la que se refugiaron estos vehículos el pasado verano.

El lugar elegido para la ubicación exclusiva de las autocaravanas es toda la parte frontal que se encuentra paralela al puente. En ese lugar solo podrán estacionar las autocaravanas cumpliendo la Ley de Tráfico, que solo les permite estar durante una jornada y no acampar.

Desde la AGA son conscientes de que "no es suficiente pero, al tratarse de A Illa, apenas existen terrenos que no se encuentren afectados por la Ley de Costas para poder ofrecer un aparcamiento de similares características en otras zonas del municipio". El tiempo en los estacionamientos estará limitado para facilitar la rotación de vehículos, aunque se podrá estacionar en cualquier otro punto del municipio siempre que se respeten las normas de tráfico y de Costas. Desde la entidad que representa a la mayor parte de los autocaravanistas de Galicia no dudan en "agradecer al regidor, Carlos Iglesias, su implicación" en que este sector turístico pudiese disponer de un espacio adecuado para el estacionamiento. La habilitación de estos espacios de estacionamiento no convierte el parking de O Bao en un área para autocaravanas, ya que no se contará con los servicios que necesitan este tipo de vehículos.

Con esta decisión se acaba con el conflicto que surgió el pasado verano, cuando cientos de autocaravanas acabaron poblando la explanada de O Bao, una zona que es propiedad de Costas de Estado, al encontrarse en dominio público marítimo terrestre. Ante la avalancha de estos vehículos, y los problemas que se estaban ocasionando a los servicios de la playa de Bandera Azul próxima, Costas decidió cerrar toda la explanada al finalizar el verano, prohibiendo la entrada a todo vehículo de motor a esa zona, una medida que comenzó a aplicarse en octubre y que este verano será la primera vez que esté activa.