Pese a la prohibición de Costas del Estado de acceder a la zona adyacente al estacionamiento de O Bao, la Policía Local y los operarios municipales de A Illa se encontraron el pasado fin de semana con la cadena que impedía el paso rota. Esta situación ha obligado al Concello de A Illa a tomar medidas más drásticas, como es la instalación de dos grandes piedras para impedir el acceso de cualquier tipo de vehículo a motor a este espacio natural.

La decisión de Costas se adoptó tras lo ocurrido el pasado verano, cuando llegaron a estacionar hasta 300 autocaravanas, muchas de las cuales, se pasaron gran parte del verano en O Bao. Además, una parte de ellas no se limitaba a estacionar, como indica la ley cuando se encuentran fuera de los espacios habilitados, sino que acampaban abiertamente y utilizaban sin ningún pudor los servicios que el Concello habilitaba para la playa de Bandera Azul. Además, hubo quejas de vecinos por el vaciado de aguas negras y grises en las inmediaciones, cuando están obligados a hacerlo en un espacio habilitado al efecto.