La población de la parroquia vilagarciana de Bamio se encuentra muy diseminada. De ahí que actualmente funcionen en torno a una decena de comunidades de aguas repartidas por la aldea. Aunque actualmente hay viviendas conectadas a la traída municipal, la inmensa mayoría de los vecinos continúan suministrándose de los manantiales y fuentes naturales.
El presidente de la comunidad de montes de Bamio, Luciano García, pertenece a una comunidad de aguas con más de 60 vecinos. Explica que salvo en el mes de septiembre, que es cuando más bajo se encuentra el nivel del agua en los pozos naturales, el resto del año "es imposible agotar el agua". Como las reparaciones en estos sistemas de abastecimiento comunitario los realizan los propios comuneros, el coste económico es muy bajo. De hecho estas viviendas no deben pagar una factura trimestral como sí están obligados los abonados de Espina & Delfín, concesionaria del servicio municipal de aguas en Vilagarcía.
