Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una delicia que sale de A Illa a las mesas de todo el mundo

Una quincena de buceadores de la Cofradía explotan hasta siete variedades de algas diferentes

Otero (izquierda) junto a otro compañero buceador de A Illa recogiendo las algas en O Xufre. // I. Abella

En la comarca de O Salnés todavía no tienen una presencia importante en la mesa, pero las algas se han convertido en uno de los productos estrella de la gastronomía en las mejores mesas del mundo. En muchas de ellas, donde se sirve el wakame, los ingredientes llegan desde la Cofradía de A Illa de Arousa, donde, desde hace ocho años, se cuenta con un plan específico para la retirada de algas en las concesiones que posee.

Una quincena de buceadores en apnea se dedica a la captura de hasta siete especies diferentes de algas que se dan en esta ría, de las que destacan el wakame, la lechuga de mar, el spaguetti de mar, el combu, la gracilaria o las correas.

Desde enero hasta mediados de abril aproximadamente, cada buceador recoge unos 250 kilogramos de algas al día que, tras pasar por la lonja de A Illa, toman rumbos muy dispares a mercados del extranjero, sobre todo el europeo.

Daniel Otero, uno de los buceadores más veteranos de la Cofradía reconoce que las algas "se han convertido en uno de los recursos más importantes para nosotros". No en vano, hace ocho años aproximadamente, cuando comenzaron a trabajar estas especies, la campaña apenas se extendía durante dos semanas.

"Comenzó como un simple complemento a la navaja, el recurso que más ingresos nos aporta, pero poco a poco, y con el tirón que está teniendo en los mercados, la campaña se extiende hasta los cuatro meses, suponiendo un importante porcentaje en nuestros ingresos anuales", explica el buceador. Esas dos semanas se situaban entre los meses de marzo y abril, pero este año, con el calor que se ha registrado en la ría de Arousa, la campaña comenzó en el mes de enero. "Deben recogerse en un punto de maduración adecuado, porque si se pasan ya no servirían para comer", explica el submarinista en apnea.

Esta situación también permite que la navaja experimente un paro biológico mucho más amplio y sus bancos marisqueros se recuperen mejor, lo que garantiza una mayor calidad de su producto y unos precios mucho más altos en la lonja.

Para el buceador, las posibilidades gastronómicas de las algas "son todo un mundo por explorar ya que son un producto que tiene un alto contenido en sales minerales y son un gran depurativo, además de aportar un sabor intenso a todo aquello con lo que se maridan. Otero recomienda el "wakame picado en la tortilla o en la paella; llevo años utilizándolas en esos platos y a todas aquellas personas que nunca han comido algas les impresiona su sabor y quedan muy sorprendidos, ya que las tienen muy asociadas a las que llegan a las playas, cuando ese es su último ciclo de vida".

La semana pasada, el precio que alcanzaron las algas que se comercializaron en la lonja de A Illa osciló entre los 0,50 euros el kilogramo de correas y los 0,80 euros de la gracilaria, mientras que el fideo de mar ha llegado a cotizarse a 1 euro el kilogramo.

Compartir el artículo

stats