Luis Javier Fernández Aguín es alcohólico y no le duelen prendas en admitirlo, pues precisamente el hecho de reconocer que uno padece una enfermedad crónica, es decir, para toda la vida, es el paso "fundamental e imprescindible" para aprender a vivir sin alcohol y dejar atrás un sinfín de problemas familiares, sociales y también de salud. Luis Fernández es miembro desde hace cuatro años y medio de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Vilagarcía de Arousa (Areva) y hace poco más de uno decidió integrarse en la directiva del colectivo. Ahora da un paso más en su implicación por ayudar a otras personas adictas al alcohol al asumir la presidencia de la Federación de Alcohólicos Rehabilitados de Galicia (Fearga), que trasladará su sede de Ferrol a Vilagarcía, compartiendo espacio con Areva en un local de la estación de autobuses. No obstante el colectivo contará con la colaboración del Concello de Vilagarcía para poder utilizar espacios municipales si así lo precisan.
-¿Por qué Areva (Vilagarcía) ha decidido presidir la Federación de Alcohólicos Rehabilitados de Galicia?
-La federación se fundó en 2006. La llevaba la asociación de Ferrol, pero por motivos de salud del presidente, este tuvo que dejar el cargo y ofreció a las demás asociaciones la posibilidad de coger el testigo. Casi nadie se quería involucrar, entonces en Areva lo estuvimos analizando internamente y decidimos dar el paso. El 11 de marzo se constituyó la nueva junta directiva de Fearga. Si nadie tomaba el relevo, la federación se disolvería y sería una pena por lo que costó fundarla.
-¿Cuántas asociaciones integran la federación?
-Ahora somos ocho, pero queremos ponernos en contacto con todas las que funcionan en Galicia para aumentar las adhesiones. Aparte de Areva, están Axúdate ( Vilalba), Arma (Monforte), Aisa (Santiago), Arama (Lugo), Adiante (As Pontes) y la de Ferrol. Acaba de incorporarse Archa, de Chantada.
-Sostiene que un paso imprescindible para empezar a salir del pozo del alcohol es reconocer que uno es alcohólico, y que lo será para toda la vida. Es algo muy duro de asimilar...
-Efectivamente un alcohólico lo es para toda la vida. Debes reconocer que tienes una enfermedad crónica que te acompañará el resto de tu vida. Es lo difícil de entender pero es la parte fundamental de la terapia.
-¿Qué porcentaje de éxito tiene la terapia?
-El que realmente no quiere venir y lo hace por compromiso, por presión familiar, etc., se nota. Viene dos días y listo. Además, hay que tener en cuenta que las recaídas son parte del proceso. Hay gente que recae y otra que no. En mi caso, yo recaí a los 6 meses, pero no fue el fin del mundo y me sirvió para aprender. Siempre hay lo que nosotros llamamos excusas para volver a beber: que si discutiste con tu mujer, etc. Pero son excusas. Cualquier cosa te sirve de detonante pero la realidad es que tenías ganas de beber y punto. Lo importante es que hay salida y que se puede vivir sin alcohol.
-En ocasiones se producen episodios violentos asociados al consumo de alcohol. ¿Lo observan así en las terapias?
-Como maltrato físico no, pero como psicológico sí porque el alcohol hace mucho daño y genera comportamientos bruscos y malas formas, eso sí. De hecho nosotros recomendamos que también venga la familia, no solo el enfermo.
-¿Cuánto le cuesta a un alcohólico recibir ayuda de Areva?
-Establecimos una cuota mínima de 15 euros al mes para ayudar a pagar el alquiler, los gastos de la asociación, a la psicóloga, etc.
-¿Cómo se organizan las terapias?
-Todas son de grupo. Son dos por semana: los martes los enfermos están con la psicóloga y los miércoles con la enfermera. Nuestras terapias son mixtas, pero en otras asociaciones hacen una con hombres, otra con mujeres y otra solo con familiares.
