El otoño y el invierno han resultado menos duros que otros años, en lo que a precipitaciones y riadas se refiere. Pero aún así los concesionarios de los parques de cultivo de Carril (Vilagarcía) vuelven a estar inmersos en una de sus peores pesadillas: la mortandad masiva de bivalvos.

Sucede desde hace días, pero ayer se tornó especialmente intensa y preocupante. La bajamar dejó al descubierto una enorme extensión de arena cubierta de conchas, sobre todo de berberecho, aunque también de almeja.

Se trata de ingentes cantidades -es imposible realizar aún una estimación exacta- que a algunos parquistas les supone un grave perjuicio, ya que "se ha perdido prácticamente todo".

Ahora toca emplearse a fondo para retirar esas conchas, adecentar el terreno y volver a sembrar, con lo que esto supone de tiempo, esfuerzo y dinero.

"Este año no llovió tan intensamente y no hubo tantas riadas, pero esto hace que los cauces fluviales estén completamente llenos de porquería, la cual sale toda junta al Ulla cuando abren las compuertas del embalse", manifiestan los afectados.

Estas mismas fuentes señalan que "en los últimos días se veía una espuma blanquecina sobre el agua e incluso se apreciaba cómo bajaban manchas de aceite río abajo, por lo que nuestros parques, como siempre, acaban pagando las consecuencias".

Ante la que algunos definen como "situación desesperante" está el sentir de aquellos que reclaman "soluciones urgentes", a modo de mayor control de los vertidos al río y del funcionamiento del embalse.

"No puede ser que estemos trabajando sin parar y que nos maten el marisco, incluso en años que aparentemente iban a ser buenos", declaran los parquistas carrilexos consultados.

Por cierto, que aprovechan para denunciar públicamente que "además de seguir muriendo el marisco seguimos padeciendo los problemas y desatenciones de siempre en el puerto, porque aquí parece que nadie quiere hacer nada para mejorar las cosas".