José Antonio Cacabelos Rico, el alcalde socialista de O Grove, apela a la responsabilidad, el compromiso con los intereses generales, la seriedad y el sentido común de la oposición municipal. Lo hace para pedir el apoyo unánime de la Corporación, o cuando menos un respaldo que le garantice la mayoría absoluta, para sacar adelante la solicitud de un crédito de tres millones de euros que permita construir desde este mismo año el ansiado auditorio municipal, equipado para al menos 500 asientos y en el que se integrará la escuela de música.

De este modo, propiciando la petición del préstamo y construyendo el edifico, en una parcela municipal de Monte da Vila, será posible "saldar de una vez por todas esa deuda histórica que todos los políticos tenemos con el pueblo grovense".

Y esto es lo que va a plantear mañana en las dos reuniones previstas para dar a conocer el proyecto de auditorio. La primera con los portavoces políticos, a las once de la mañana en la sala de juntas del consistorio, y la segunda con todos los vecinos del pueblo que lo deseen, desde las 20,30 horas en la Casa da Cultura Manuel Lueiro Rey.

En ambos encuentros Cacabelos planteará que hablar ahora de construir el auditorio "no es vender humo", sino poner sobre la mesa un proyecto "serio y concreto" que además se acompaña de un plan financiero.

Es, en consecuencia, la oportunidad definitiva. O eso considera el primer edil, convencido -o quizás deseoso- de que "imperará el sentido común" y todos los grupos políticos decidirán "arrimar el hombro" para conseguir este inmueble sociocultural.

Lo que plantea el gobierno socialista es que mañana "todos podamos ver los planos, conocer el informe económico y debatir todo lo necesario para tomar una decisión firme y posicionarnos claramente para pedir el crédito en el pleno del mes que viene o el siguiente y empezar las obras este mismo año".

¿Y cómo convencer a la oposición y satisfacer a los vecinos? Pues explicándoles que O Grove está ante "una oportunidad histórica" y que es posible conseguir el auditorio si antes logra el apoyo político de la Corporación para pedir ese crédito de tres millones, el cual "es posible solicitar, y que la situación financiera del Concello es buena".

De este modo, tras reconocer que las arcas municipales tienen capacidad para endeudarse, y de paso hacer un guiño a la gestión económica del anterior gobierno, José Cacabelos recuerda que hay disponible 500.000 euros procedentes de la Diputación, "pero necesitamos más, y para sacar el préstamo adelante necesito mayoría absoluta". Que por otra parte tampoco es que tenga demasiado complicado, ya que el PSOE dispone de ocho ediles en una Corporación de 17.

"Pero preferiría un acuerdo unánime", apostilla el primer edil antes de señalar que "si tenemos la capacidad de sacar adelante este préstamo podremos tener el auditorio que todos deseamos".

En definitiva, que todo está encarrilado y depende exclusivamente "de una decisión política". Con eso, con un acuerdo de los munícipes, "pensando en el interés general y dejando a un lado el partidismo", parece más que suficiente "para llevar adelante una de las demandas más importantes en la historia de nuestro pueblo".

Ni Cine O Marino ni Cicri

De este modo quiere cerrar también viejas heridas, recordando que en su anterior mandato (2007-2011) su intención era adquirir el Cine O Marino de la calle Castelao para habilitar el auditorio. Pero el PP llegó al poder (2011-2015) y lo que hizo fue enterrar aquella idea y poner otra sobre la mesa, la del Centro de Interpretación de la Carpintería de Ribera (Cicri), en O Corgo.

Lo que sucedió fue que los socialistas recuperaron el bastón de mando en 2015, y de lo que se trata ahora, en cierto modo, es de decir basta; de enterrar el hacha de guerra y buscar un trampolín definitivo y unánime hacia el auditorio de Monte da Vila.

Un centro que, como queda dicho, incluirá la escuela de música y tendrá capacidad para, al menos, medio millar de asientos, pero también una instalación que recurrirá a "soluciones innovadoras" para eliminar los problemas de accesibilidad en el terreno elegido.

Una parcela, por cierto, que "nosotros descubrimos que era municipal", alega, y que tiene 3.500 metros cuadrados de superficie, situada frente al centro de salud y caracterizada por estar en una pronunciada pendiente y sobre un suelo predominantemente de piedra, lo cual complica mucho más el desarrollo del proyecto y encarece la obra.

En definitiva, que todo esto es lo que quiere transmitir el alcalde Cacabelos a los portavoces políticos y a los vecinos en las reuniones de mañana. "Si hay acuerdo podremos empezar a construir este año, y si no nos apoyan tendremos que aparcar el proyecto", sentencia.