La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, y la concejala del mismo área en A Illa, Gabriele Freiin Von Hundelshausen, realizaron ayer sendas visitas a las estaciones depuradoras de aguas residuales de Ribadumia y A Illa. El objetivo era celebrar el Día Mundial del Agua, y lanzar a la sociedad un mensaje sobre las consecuencias negativas de malgastar este recurso. Ambas dirigentes señalaron que con pequeños gestos individuales se puede reducir mucho el gasto de agua, y que existen prácticas cotidianas y muy extendidas que causan graves problemas a las administraciones, como el de arrojar al inodoro las toallitas húmedas.

Beatriz Mato acudió a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Ribadumia junto a un grupo de alumnos del instituto de Cambados Ramón Cabanillas. Recordó a los estudiantes que si bien en Galicia el agua llega a los hogares, aún hay en el mundo 660 millones de personas que carecen de ese servicio. "En Galicia tenemos el privilegio de contar con lluvia, pero ese agua nunca sobra". Por ello, apeló a reducir el consumo diario por habitante, que se estima en 363 litros.

En este sentido, la conselleira señala que con ciertos gestos pueden ahorrarse hasta 400 litros al día. Así, evitar que un grifo gotee puede reducir el consumo en 30 litros diarios; ducharse en vez de bañarse, supone gastar 100 litros, en vez de 250; cada minuto que una persona se lava los dientes con el grifo abierto consume 12 litros; y poniendo en funcionamiento la lavadora y el lavavajillas a carga completa se ahorrarán unos 80 litros.

Asimismo, incidió en los problemas que originan en las redes de saneamiento determinados residuos que se tiran al inodoro, como las toallitas húmedas o los bastoncillos de oídos. "Uno de los problemas más habituales que afectan a este tipo de instalaciones son los atascos, debido al mal hábito de emplear los inodoros como papeleras". Finalmente, Mato recordó que el Plan Hidrolóxico Galicia-Costa tiene un presupuesto de 23 millones de euros y una vigencia hasta 2021. De ese dinero, 16 millones se invertirán en O Salnés, según la Xunta.

Mientras, en A Illa, Von Hundelshausen y el concejal de Obras, Alfonso Salgado, acudieron a la depuradora de Testos. Señalan que el 80 por ciento de las aguas residuales que se generan en el mundo vuelven a los ecosistemas sin ser tratadas ni recicladas, y que eso produce graves daños a los animales y plantas de los que depende la vida de millones de personas.

Los ediles isleños llamaron también la atención sobre el hábito de arrojar por el inodoro las toallitas, "llegando a provocar costes de 80.000 euros en 2016 en el mantenimiento de la red de saneamiento, en la limpieza de bombeos y tuberías". Argumentan que aunque este tipo de papel sea biodegradable, no lo es "en los pocos minutos de trayecto hasta los bombeos que mandan el agua a la depuradora".