El Ayuntamiento de Meis empezó a elaborar tras la tempestad un informe sobre los daños originados por la misma tanto en bienes particulares como públicos. El alcalde, José Luis Pérez, que está estos días fuera, señala que la Xunta de Galicia ya les ha pedido que lo envíen, pero el trabajo todavía no está finalizado.

El Concello celebró un pleno extraordinario pocos después de los temporales, a instancias del PSOE, en el cual se acordó instar a la Xunta y a la Diputación a que aprueben ayudas "dentro de sus competencias" a los damnificados, algunos de los cuales carecían de seguro.

Meis es una de las zonas que más afectadas se vieron por el caso de "Kurt" y "Leiv". Los destrozos se produjeron especialmente en la parte baja del monte Castrove, en aldeas como Gondes o Cabeza de Boi, así como en el valle de San Martiño.

El viento levantó las cubiertas de varios galpones, tiró muros y hasta arrancó árboles. Uno de los problemas que originó es que algunas de esas cubiertas estaba hecha con planchas de uralita de fibrocemento, un material cancerígeno que no debe manipularse sin los equipos de protección adecuados y que tiene que ser retirado por una empresa especializada.

Esto ha motivado que algunos vecinos hayan tenido que adelantar grandes cantidades de dinero para contratar a una de estas firmas. El alcalde, José Luis Pérez, manifestó en su día que hablaría con el delegado provincial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís para que fuese la administración autonómica la que coordinase esos trabajos, aunque finalmente esa gestión no cuajó.