El presidente de la comunidad de montes de Rubiáns, y presidente aún de la Mancomunidade de Vilagarcía, Xurxo Abuín, está muy molesto con las administraciones y los cuerpos de seguridad, pues tiene la impresión de que ignoran adrede la grave problemática de los vertederos incontrolados. "Te sientes abandonado. En un par de ocasiones acudí al Seprona y a la Policía Local con pruebas que podrían ayudar a identificar al autor del vertido y no pasó nada. Ni siquiera se tramitaron las denuncias".

Xurxo Abuín afirma que no existe un compromiso real por terminar con esa lacra. "Les dices que en un punto determinado están tirando basura de forma sistemática y no hacen nada". Por ello, añade que con sus denuncias, "lo único que consigo es cabrearme". Y granjearse enemistades. En este sentido, afirma que incluso recibió amenazas de una persona a la que vio personalmente arrojando basura en el monte. "Pasó el tiempo, y el vertedero sigue allí".

Por todo ello, asume que los comuneros de montes contrarios a abrir nuevas pistas o a facilitar el disfrute del bosque por parte del conjunto de la ciudadanía también tienen buenos motivos para sus recelos. "Lamentablemente, abres una pista en el monte, y lo que estás haciendo es facilitándole las cosas a los desalmados que van a tirar la basura. Eso es penoso, como también es penoso ver que denuncias y que no pasa nada".

La mancomunidad señaló a principios de noviembre pasado que estaba elaborando un mapa con los puntos de vertido en su territorio, y sus responsables estimaban que había en cada comunidad un mínimo de entre seis y siete escombreras. La zona más afectada era la ladera del monte Xiabre.