Carmen Avendaño, una de las llamadas "madres coraje" gallegas que se rebelaron contra la lacra de la drogadicción y plantaron cara a los narcotraficantes, espera que Laureano Oubiña pueda reinsertarse en la sociedad una vez obtenido el tercer grado penitenciario y que siempre tenga presente "el daño que hizo".

En declaraciones a Efe, Avendaño, que preside la Fundación Érguete para la reinserción de toxicómanos, ha indicado que "por raro que pueda parecer", la salida hoy de la cárcel de Oubiña, es "lógica", ya que cumplió "más ampliamente de lo que debiera" las penas que tenía pendientes.

Ha abundado en que "como cualquier ciudadano condenado tiene derecho" a la reinserción social, y ha confiado en que "haya aprendido" y que "reconsidere sus errores".

"A ver cómo se porta en la calle, él sabrá lo que hace", ha añadido Avendaño, por cuanto Oubiña conoce las consecuencias "si vuelve a las andadas: sin patrimonio y 30 años de vida perdidos".

Cree esta "madre coraje" que el hecho de trabajar en el Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares (Madrid), donde vivirá en un régimen semiabierto, ayudará a Oubiña a ver "el daño que él, y mucha otra gentuza, infligió a muchas familias".

Carmen Avendaño no olvida "el dolor" que padeció y el de muchas madres que vieron cómo sus hijos cayeron en las redes de la heroína, y considera a Oubiña "deleznable como persona", pero a ello antepone su convicción en la reinserción social.

"Ojalá no me equivoque y que se dé cuenta del daño que hizo. Y si no se da cuenta, seguiremos denunciando los tipos de hacer dinero fácil matando a gente", ha concluido.