Una veintena de apicultores de la comarca se formaban ayer en el Centro Social de Dena en un taller sobre construcción de trampas contra la avispa velutina que impartía, a través de la Asociación Galega de Apicultura, el delegado de la Asociación O Morrazo, José María Bello Santos. Fue una iniciativa en la que se dieron cita apicultores de Meaño, Sanxenxo, O Grove, Vilanova, Vilagarcía, Poio e incluso Pontevedra, entre otras localidades, y que contó también con la presencia de la propia alcaldesa Lourdes Ucha, por cuanto era el concello de Meaño el que la impulsaba. Tal fue el interés despertado que el taller se alargó durante casi cuatro horas, dándose por concluido al filo de las tres de la tarde.
La iniciativa tiene a estas alturas del año una importancia vital, por cuando estamos en la época óptima para habilitar el trampeo a fin de capturar las avispas reinas para evitar que formen nido. José María Bello comenzó apelando a la concienciación de los apicultores en la lucha contra la avispa invasora y acto seguido expuso los diferentes métodos de lucha haciendo hincapié en las dos trampas más comunes que funcionan a base de líquidos atrayentes. Prueba de la efectividad de estas trampas son los resultados obtenidos por los apicultores morracenses que, actuando en varios concellos entre el 1 de marzo y el 25 de mayo de 2016, capturaron 3.500 avispas reinas evitando así la formación de otros tantos nidos. También refirió una trampa eléctrica que están experimentando en O Morrazo para defender las colmenas "pero en la que estamos trabajando aún en la fase de calibración de la electrónica"
La charla brindó a los apicultores pautas claras de cómo ponerse manos a la obra en las labores de trampeo. El apicultor meañés Rodrigo Pazos, de cuya pretensión de integrar un colectivo que luchara en pro de retirar los nidos en el municipio arrancó todo este movimiento en O Salnés, reconocía: "es un campo amplísimo y, tanto yo como otros pequeños apicultores, tenemos mucho que aprender, y este tipo de charlas tan completas son una excelente opción para ello". También lo agradecía el vilagarciano Juan Cores: "yo soy un pequeño apicultor -explica-, es por mera afición, para tener miel para casa y algunos vecinos. Tenía tres colmenas pero una me la fulminó la velutina, porque tenía tres nidos, a modo de triángulo, en torno a ellas, el más cercano a 50 metros". "Reconozco que puse en práctica métodos rudimentarios para tratar de acabar con ellas, que iban desde capturarlas con una red a aplicarles insecticidas contra los escarabajos. Ahora esta charla me sirvió para concienciarme de otras forma de actuar y de la importancia del trampeo".
"La avispa asiática -explicaba Bello Santos- llegó a Galicia en 2011 por una doble vía: una, por la costa lucense, procedente de la cornisa atlántica francesa y cantábrica española; y otra por el Sur de la provincia de Pontevedra, proveniente de Portugal". "Pero lo realmente preocupante es que esta avispa encontró en Galicia unas condiciones medioambientales y de agua mejor que las de su hábitat natural en Asia, de ahí que se esté multiplicando tanto en nuestra comunidad". "Y en la lucha contra esta especie -añadió-, la administración-, pese a quien pese, no lo está haciendo bien, lo único que le preocupa es maquillar cifras, no tiene voluntad real de acabar con la plaga y, si no la paramos nosotros, acabará con nuestras abejas". Victorino Durán, que regenta un tienda agraria en Dena y mostraba las trampas que se comercializan, apuntaba que "una hipotética desaparición de las abejas en nuestro entorno traería consecuencias impensables sobre el ecosistema natural porque daría al traste en gran medida con todo el proceso de polinización".
