J.L.P.L., un vilagarciano de 40 años apodado "Cadillo", ha vuelto a actuar. Es un conocido delincuente de Vilagarcía con múltiples antecedentes a sus espaldas que entra y sale de la cárcel con la misma facilidad. Esta vez su detención se produjo cuando estaba "con las manos en la masa", intentando robar un céntrico bar.

Los hechos ocurrieron a las cuatro de la madrugada en el establecimiento "O Paseo", en la calle Rodrigo de Mendoza. Cuenta el propietario, Álvaro Vázquez Villanueva, que reclama "que lo encierren de una vez y no lo dejen salir con tanta facilidad", que el individuo en cuestión rompió la cristalera para intentar robar, pero sonó la alarma y como la Policía Nacional estaba cerca, de patrulla, lo localizó inmediatamente dentro de mi negocio y lo detuvo".

"No se llevó nada porque los policías estaban cerca, pero es vergonzoso que esta persona se ría de todo el mundo simplemente porque los jueces lo dejan salir a la calle en cuanto declara, y para eso no sirve de nada el trabajo policial", relata el dueño del establecimiento, donde ya robaron hace poco más de un año, en aquella ocasión incluso prendiendo fuego en el interior.

Otros casos

Pude recordarse que en el año 2016 fue detenido una docena de veces como presunto autor de distintos robos. A principios del presente ejercicio "Cadillo" fue apresado de nuevo por la Policía Nacional tras presuntamente haber perpetrado un robo con fuerza en el bar Xocas, ubicado en Trabanca Badiña.

En aquel establecimiento explicaron entonces que el individuo actuó sobre las seis de la mañana, cuando el negocio estaba cerrado. Forzó la puerta para acceder al interior y sonó la alarma, lo que movilizó a una patrulla de la Policía Nacional. Esto ahuyentó al ladrón, que se escapó con las manos vacías, pues la rápida intervención policial no le dio margen para hacerse con el botín. Era detenido más tarde.Su modo de actuar

Su forma de actuar es casi siempre la misma. "Cadillo" busca la recaudación de la tragaperras y, según la policía, también se dedica a forzar las máquinas expendedoras, así como a asaltar viviendas, sobre todo en casas unifamiliares del extrarradio, en las que llama con la excusa de solicitar una limosna. Cuando se cerciora de que no hay nadie en su interior, entra forzando ventanas o aprovechando cualquier acceso abierto.

En agosto del año pasado ingresó en prisión tras ser arrestado por la supuesta comisión de un robo con fuerza en una vivienda. El hecho de que hubiese empleado la fuerza y su notable reiteración delictiva provocó que el juez ordenase su entrada en la cárcel, aunque fuera por poco tiempo, como lo demuestra que fuera apresado de nuevo solo cinco meses después de su ingreso en prisión.

Cabe apuntar también que en 2016 J.L.P.L. entró dos veces en la cárcel en un periodo de cuatro meses, pues antes del episodio de agosto ya fuera enviado a A Lama en abril después de que la dueña de una casa lo sorprendiese cuando, al parecer, se llevaba un botín compuesto por joyas y relojes, una tablet, un teléfono móvil, una cámara de fotos y una caja de caudales con 3.800 euros. Aquello lo metió un par de semanas entre rejas.

Todo esto explica que desde el bar "O Paseo" y otros establecimientos de la localidad se pida más contundencia contra este tipo de delincuentes.