Las reclamaciones públicas de placeros por robos de materiales y productos deberán ser acreditadas mediante denuncias. Así lo ha planteado el concejal delegado de Promoción Económica, Juan Antonio Pérez Callón, quien exige a la asociación que representa a estos vendedores la presentación de un listado de las cosas que supuestamente faltaron, cuándo y dónde, además de las denuncias que debieron ser presentadas ante la Policía Local y la Nacional.

El representante del gobierno municipal indicó que las quejas por la falta de seguridad causaron un notable malestar entre los funcionarios adscritos a esta instalación, pero también entre distintos concesionarios, que mostraron su enfado "por la alarma social que se está creando con denuncias exageradas o sin fundamento".

En este sentido, recordó que la presencia de personas ajenas a la plaza por las tardes es mínima y se limita solo a aquellos que puedan acudir a los baños públicos o a retirar leche de la máquina expendedora, en tanto que los restantes son concesionarios, proveedores, personal del servicio de limpieza y los de vigilancia.

En el caso de los supuestos hurtos dentro de los frigoríficos, el edil expuso que "parece poco probable que alguien ajeno a la plaza pueda entrar por la tarde y forzar las puertas de un espacio frigorífico cuyas llaves están en poder únicamente de los propios concesionarios y de los funcionarios municipales. La desaparición de un lote de bolsas podría haberse evitado observando unas mínimas normas de precaución y, en todo caso, cumpliendo las normas de concesión".

Juan Antonio Pérez Callón hace un llamamiento a los vendedores sobre el reglamento de la plaza que exige cosas tan elementales como que los titulares de los puestos abiertos tienen que retirar los útiles de trabajo una vez concluida la jornada.