La desesperación de Darío Cordo Castro se ha convertido en una mezcla de dolor, rabia e indignación. "Estoy tirado en la cama y básicamente estoy tomando morfina para poder aliviar lo que me pasa", apunta.

Su mujer se convierte en su principal apoyo haciendo labores de enfermera en su casa de Dimo. "No me puedo levantar más que tres veces al día y solo aguanto diez minutos de pie". Y es que además, continúa Darío, "es que no me puedo sentar del dolor que me produce esa postura. Todo lo que tomo solo me alivia ligeramente, pero es una agonía no saber lo que tienes y tener que estar en tu casa sufriendo porque tienes que esperar meses para ser atendido".

A esta cuestión física se le añaden todos los inconvenientes económicos que se derivan de su situación. "Soy autónomo y no puedo salir a la calle a trabajar. Me tengo que quedar en casa impedido, pero los recibos llegan igualmente todos los meses".

Además este vecino de Catoira aporta toda la documentación de sus informes médicos y fechas de las consultas que le obligarán a esperar un tiempo que considera "una vergüenza".