Años después de su expulsión del Consorcio de Comercio de O Salnés, la asociación Vilanova Centro ha visto como las puertas del colectivo que pretende aunar a todas las entidades de la comarca se le vuelven a abrir. Desde el Consorcio se han iniciado contactos con Vilanova Centro para ese regreso, después de años de ausencia, una propuesta que se está estudiando en el seno de la asociación que preside Ramón Cardalda.

El propio Cardalda reconoce que "el actual presidente del Consorcio de Comercio, Juan Rey, se puso en contacto con nosotros porque su intención es que el Consorcio vuelva a funcionar, una propuesta que nos resulta atractiva, pero que entendemos que debe estar condicionada a una serie de requisitos".

Entre esos requisitos destaca el de dar mayor protagonismo a las asociaciones de comerciantes con menores recursos. "Las pequeñas asociaciones de comerciantes también son necesarias, aunque la Xunta pusiese, en su momento, todo tipo de trabas para que recibiesen las ayudas", señala Cardalda. En ese sentido, entiende que las ayudas que reciba el Consorcio "deben repartirse, de forma equitativa, entre todas las entidades, atendiendo a criterios de representatividad y número de asociados".

Otra demanda es que el Consorcio tome sus propias decisiones "sin influencias externas, debe ser la propia entidad la que mande y tome los acuerdos, porque en el momento que se nos expulsó no siempre era así".

Vilanova Centro fue apartada del Consorcio de Comercio de O Salnés cuando, tras la concesión de licencia de la Xunta al área comercial de San Miguel de Deiro, el colectivo decidió acoger en su seno a los promotores de esa iniciativa. Con Vilanova Centro fuera del Consorcio, la dirección del mismo decidió llevar al contencioso administrativo la licencia del área comercial, un recurso que acabó siendo rechazado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Ese celo contra el centro comercial de Vilanova, recuerda Cardalda, "no lo mostraron con el que se está construyendo en Vilagarcía, que sí es el que se va a llevar acabo", mientras el de San Miguel chocó con la crisis económica.