"Aquí, ahora, parece una persona normal, pero en aquel momento era un demonio, como si estuviera poseído". Así relataba ayer una de las testigos de la brutal agresión que sufrió una vecina de Barro en enero de 2011, el modo de actuar del acusado y presunto autor del ataque, Venancio V. T., quien ayer fue juzgado en la Audiencia Provincial de Pontevedra. La mujer pronunció esta frase mirando hacia el agresor y reconociéndole como el autor de la agresión pese a que no conserva la misma melena de entonces.

Además, este varón, vecino de Cuntis, está acusado de agredir a otras dos mujeres que intentaron auxiliar a la principal víctima a la que agredió en primer lugar y que acabó ingresada en la UCI del hospital de Vigo en estado de coma como consecuencia de las graves lesiones que padeció. Finalmente, el acusado también se resistió violentamente a su detención por parte de los agentes de la Guardia Civil.

La Fiscalía pide penas de seis años y dos meses de prisión para Venancio V. T. quien, en el momento en el que se produjeron los hechos, se encontraba disfrutando de un permiso penitenciario, dado que estaba cumpliendo condena por un delito de lesiones y maltrato familiar y de hecho portaba una pulsera localizadora por GPS.

Durante la vista oral, el acusado se limitó a señalar que no se acordaba de nada lo sucedido aquel día, básicamente indicó que tan solo recuerda que salió de prisión a mediodía y que quedó para comer en Barro con su padre y su hermano. Reconoció que en aquella comida estuvieron bebiendo vino. También dijo haber tomado un tranquilizante antes de salir de la cárcel, aunque las acusaciones destacaron que no existe ninguna confirmación documental de este hecho. A preguntas de su abogada pidió disculpas al asegurar que siente lo sucedido. También asegura que, después de este episodio rehizo su vida y que tras ser localizado por la Justicia después de más de año y medio prófugo de la Justicia se encontraba trabajando y tiene pareja y un hijo.