El Ayuntamiento de Cambados quería una banda sonora para los actos de la Ciudad Europea del Vino, y ya la tiene. El compositor es Xosé Carlos Seráns, un músico de 54 años nacido en Ribeira, pero afincado en Porto do Son y que trabaja en la banda de Santiago. Seráns ha presentado una obra ágil y festiva que ha ganado el concurso convocado por el Concello para elegir el himno de los actos, y que la banda de Castrelo estrenará el 25 de marzo. Seráns explica que él empezó en la música a los 11 años ("para los tiempos que corren es un poco tarde, pero en cambio en aquella época era temprano"), un poco por influencia de su padre, músico aficionado que tocaba en Los Saga. Más de 40 años después, confiesa que "empecé a componer bastante tarde", pero que ésta es una faceta más de la pasión que mueve su vida. "Nací músico, viví músico y moriré músico".
-¿Qué fue lo más difícil a la hora de crear la obra?
-Lo más complicado siempre es adaptar la música a un texto. A mí por lo menos es lo que más me hace pensar, meterme en la piel de un poeta y pensar en lo que él quería transmitir. En este caso concreto, además, teníamos la particularidad de que es un himno, por lo que había que componer una pieza lo más popular posible.
-¿Qué emociones pretende que despierte su melodía?
-Me gustaría que los cambadeses la tomasen como suya, que la recuerden. He intentado que fuese pegadiza, y que sea un himno para la fiesta. Hay una parte del estribillo que dice "eite de beber cantando, eite de cantar bebendo". Es una letra de Cabanillas que incita a la fiesta, y a "festeiros" a los gallegos no hay quien nos gane.
-¿Qué le aporta una canción a la programación de actos de la Ciudad Europea del Vino?
-Puede ser una seña de identidad. Con el tiempo, se podría lograr que la gente, al escucharla, la asocie a ese reconocimiento que ha tenido Cambados.
-Usted empezó en la música a los 11 años. ¿A qué edad se recomienda hoy en día que se inicien los niños?
-A conocerla, cuanto antes, ya incluso desde el momento en el que están en el vientre materno. Luego el tiempo irá poniendo a cada uno en su lugar. No todos podemos ser músicos profesionales, pero también hay músicos aficionados, y eso es fantástico.
-Los pedagogos afirman a menudo que estudiar música le hace mucho bien a los niños.
-Les aporta muchísimo a su desarrollo psicológico porque les permite ver cosas intangibles. Una melodía que evoca un amanecer les hará ver un amanecer, de modo que es como si les abriese la vista. Con el tiempo, si se practica una disciplina musical, el hecho de saber lo que están haciendo los compañeros, de respetar su trabajo y de colaborar con ellos es muy bueno para los niños, y más en esta sociedad en el que los teléfonos móviles y las tablet tienden a aislarnos.
-¿Qué le parecen las bandas de O Salnés?
-Las conozco a casi todas, y puedo decir que en esa zona las bandas están viviendo un auge muy importante. Las bandas están trabajando muy bien con las escuelas de música.
-Y con la de Valga ha tenido últimamente una relación especial.
-Sí, Esteban Batallán estrenó el 30 de diciembre pasado una composición mía, un concierto para trompeta y banda, en Valga, y por otra parte mi hija toca en esa banda.
