El cronista oficial de Meis, Mario Gallego Rey, presentó ayer en la casa da cultura de Mosteiro su nueva obra: "Meis 1752". Se trata de una obra en la que explica como era el Ayuntamiento en uno de sus momentos de mayor esplendor económico, derivado de la popularización de cultivos como el maíz o el vino albariño.

Mario Gallego estuvo arropado en la presentación por el alcalde, José Luis Pérez, y la concelleira de Cultura, Ofelia Barral, quienes agradecieron a Gallego los esfuerzos que está realizando por arrojar luz sobre la historia de Meis, al tiempo que indicaron que el Concello seguirá colaborando en la difusión de sus investigación en la medida de sus posibilidades.

Ante un centenar de personas, el profesor explicó que la base del trabajo es el Catastro de Ensenada, realizado a mediados del siglo XVIII por el marqués de la Ensenada, que siendo ministro intentó implantar una contribución común a toda España, y basada en las propiedades e ingresos de cada familia.

En dicho Catastro se mencionan desde el número de casas y habitantes que hay en cada parroquia, hasta el de tierras de labranza y de ganado que posee cada familia, pasando por los cultivos que se realizan en cada zona. Se trata, por tanto, de un documento de gran interés para los historiadores para conocer como era un territorio a mediados del siglo XVIII.

Tras este trabajo de prospección, Mario Gallego señala que el siglo XVIII fue una época de auge económico en Meis, aunque la bonanza no llegase a todos por igual, puesto que la tierra estaba en manos de la nobleza y los clérigos de Armenteira, por lo que gran parte de los beneficios obtenidos con la agricultura y la ganadería iban a parar a sus manos.

Gallego Rey (Pontevedra, 1946) fue hasta su jubilación profesor en el colegio público de Mosteiro. Es una persona muy interesada en la historia local, y ya ha publicado más de media docena de libros dedicados al ayuntamiento saliniense. Uno de los proyectos que más ilusión le hacen es el de escribir una historia completa de Meis en varios tomos.

Pero para llevar a cabo ese trabajo tendrá que superar un inconveniente, como es la falta de una gran parte de documentación, puesto que en los años 30 del siglo pasado se produjo un incendio intencionado en la casa consistorial de Meis, y el archivo municipal quedó destruido.