La Cofradía de A Illa ha puesto en funcionamiento una clasificadora en la lonja que selecciona a la perfección especies como la babosa, el relojito o la rubia, la última especie en incorporarse a este proceso.
El objetivo de esta clasificadora es que todo el marisco cumpla estrictamente con la normativa de tamaños.
Además, desde el pósito, explica Juan José Rial Millán, han detectado que esta forma de control está beneficiando a los diferentes bancos marisqueros, ya que todos los individuos que no superan la clasificadora son devueltos al mar. "Hemos notado que en las autorizaciones ha funcionado muy bien, mejorándose la productividad, y creemos que en las zonas de libre marisqueo también puede suceder lo mismo". Es más, convida a todas las cofradías a emplear este método de clasificación que ya se encuentra implantado en A Illa y en el vecino pósito de Cambados desde hace un año y al que se le han ido añadiendo especies a mayores.
