Al presidente del Liceo Casino de Vilagarcía no le ha sorprendido la moción de censura que promueve contra su persona un grupo de socios de la entidad disconformes con su gestión. Antonio Castro manifiesta que "están en su perfecto derecho de hacerlo" y, es más, considera que estos hechos "demuestra que la sociedad sigue viva". No obstante, el responsable de la entidad recuerda a los promotores de la moción que para que ésta pueda prosperar es imprescindible que presenten un candidato a la presidencia. En caso contrario, la actual directiva no podrá convocar la asamblea en la que se aborde la dimisión que solicitan los socios críticos.
La falta de un candidato para liderar el Liceo es el único requisito que por el momento incumplen los impulsores de la moción de censura, pues reúnen el porcentaje de socios necesario para presentarla.
En cuanto a las posibilidades de salir adelante -siempre que propongan un presidente alternativo-, Antonio Castro sostiene que la moción de censura se elevará a una asamblea de carácter extraordinario "lo más pronto posible" y en ella se someterá a votación. Asegura que no es necesaria la asistencia de un número mínimo de socios para que pueda aprobarse. Por tanto aunque solo acudan 13 personas como ocurrió en la última asamblea, si la gestión del actual equipo directivo no logra los apoyos suficientes, Castro y el resto de la junta deberán abandonar sus respectivos cargos.
En el escrito que el presidente del Liceo ha recibido esta semana está firmado por una treintena de socios, un grupo en el que Jesús Sande Torres ejerce de portavoz.
Según Antonio Castro, estos asociados críticos con su gestión argumentan en la carta que piden su dimisión por su "dejadez de funciones" y por el "incumplimiento de promesas que nos hizo" en la pasada asamblea del 15 de septiembre, en relación a la búsqueda de soluciones a los problemas que sufre la sociedad.
