El primer temporal del año en O Salnés y Ullán trajo mucho más viento que lluvia. En las estaciones meteorológicas arousanas se registraron ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora, y eso propició que la práctica totalidad de la flota permaneciese amarrada en el puerto durante la jornada. No obstante, la borrasca no originó incidentes de carácter grave, pero a lo cual los equipos de emergencia de la comarca mantenían la alerta al cierre de esta edición, pues según los servicios meteorológicos se esperaba el paso de un frente muy activo entre las 23.00 horas y las 4.00 de la madrugada de hoy.

La borrasca fue especialmente activa durante la madrugada y las primeras horas de la mañana. Durante la noche cayeron aguaceros intensos y se registraron vientos de gran intensidad. La situación se calmó algo por la mañana, pero aún así hubo hasta mediodía "picos" importantes de viento o lluvia. No se registraron inundaciones de consideración, pero el viento sí provocó un reguero importante de problemas. En Valga, por ejemplo, tiró hasta ocho árboles, algunos de los cuales cayeron en los arcenes de carreteras como la PO-548 (Pontecesures-Vilagarcía), a la altura de la subida de Cordeiro, mientras que otros dañaron tendidos eléctricos.

En Cambados cayó un árbol de dimensiones considerables en las proximidades de la alameda de San Tomé, y una casa de O Facho, en la parroquia de Castrelo, resultó parcialmente destechada. En O Grove, los servicios de emergencias tuvieron que acudir a retirar unas uralitas que se desprendieron de una construcción en Porto Meloxo, así como unas chapas de metal que también se soltaron en Conchases. En Vilagarcía hubo que acudir a retirar árboles en Cornazo y en la vía rápida a Cambados, y en Vilanova hubo de nuevo desprendimientos de piedras a la vía rápida Cambados-Vilagarcía, procedentes de los taludes.

Asimismo, los equipos de emergencias de toda la comarca fueron requeridos en multitud de ocasiones para retirar vallas, contenedores de la basura o ramas que fueron arrastrados o que cayeron sobre la vía pública.

El viento sopló con especial fuerza en la costa. En la estación que Meteogalicia tiene en Corón (Vilanova) se alcanzó una ráfaga de 90,7 kilómetros por hora, mientras que en la de A Lanzada (O Grove) se llegó a los 88,6 kilómetros por hora. Los registros fueron más discretos en el interior de la comarca. Según las estaciones meteorológicas de la Xunta de Galicia, en Pé Redondo (Meis), se llegó a los 64,4 kilómetros por hora, y en Barrantes (Ribadumia), a los 58.

Ante este panorama, la mayoría de los pescadores optaron por quedarse en tierra. En Cambados salieron solo cinco barcos de los que se dedican a la pesca de la vieira, y estuvieron trabajando en la zona 4, que es una de las más abrigadas de la ría. Y en O Grove solo se atrevieron a zarpar unos pocos bateeiros y dos o tres embarcaciones del centollo, que estuvieron faenando cerca de la línea litoral, y por dentro de la ría. Asimismo, en la lonja se despacharon por la tarde unos pocos kilos de percebe.

A quien no asustó el temporal fue a los mariscadores. En O Grove, hubo marisco de a pie, y en Carril también salieron los parquistas.

La lluvia

En cuanto a la lluvia, fue menos abundante de lo que inicialmente habían previsto los meteorólogos. Aunque cayeron algunos chaparrones importantes hasta mediodía, desde entonces apenas llovió. En lo que a precipitaciones se refiere, los niveles más altos se dieron en el interior.

Así, en Corón se recogieron algo menos de 14 litros por metro cuadrado, por 19,6 en A Lanzada. Sin embargo, en Barrantes se superaron por poco los 20 litros por metro cuadrado de lluvia acumulada a lo largo de la jornada, y en Pé Redondo se pasó de los 26,5.

Así las cosas, los servicios de emergencias se mantienen alerta y con los dispositivos preparados por si es necesario actuar.

En O Grove, por ejemplo, varios miembros del equipo acudieron a primera hora de la tarde a Virxe das Mareas, un barrio de la localidad expuesto a mar abierto en el que algunas viviendas están a pocos metros del mar. Así, lo que hicieron fue tapiar con planchas de madera las puertas y ventanas de algunos inmuebles por si el oleaje llegaba a ellas.

En Valga también dedicaron parte de la jornada de ayer a limpiar algunas tragantes del alcantarillado, para evitar el riesgo de inundación en caso de que se produzcan precipitaciones muy intensas en las próximas horas. Y en Vilagarcía vallaron el acceso al parque de A Concha, para evitar el paso de gente al mismo, donde hay un gran número de árboles.