El Concello de O Grove se expone a una multa de casi 700.000 euros que puede tambalear las arcas municipales y poner en riesgo la Festa do Marisco. Para evitarlo tiene que hacer contrato con carácter retroactivo a todos los que en la pasada edición de la fiesta trabajaron como voluntarios, es decir, decenas de personas. Esta es la consecuencia directa del expediente abierto por Inspección de Trabajo, que durante el evento gastronómico y en semanas posteriores realizó una exhaustiva investigación sobre las condiciones laborales del personal y su relación contractual con el Ayuntamiento.

Así se extrae de la concurrida reunión mantenida por el gobierno con los propios trabajadores, celebrada en el consistorio en la noche del martes. Fue allí donde se les explicó que la Administración local está ahora entre la espada y la pared, y donde se hizo un llamamiento para que todos los voluntarios acudan a firmar esos contratos, nóminas y finiquitos.

BNG

Las reacciones no se hicieron esperar. Junto a la indignación mostrada por alguno de esos trabajadores está el enfado de Heladio Outeiro, portavoz del BNG, quien sostiene que esto es "consecuencia de una política nefasta del gobierno socialista", después de que en repetidas ocasiones durante los últimos años advirtieran de la necesidad de realizar las contrataciones "conforme marca la ley". Pero "no se hizo así, por lo que cada vez estamos más contrariados con este alcalde".

El propio Outeiro, que ofrece la colaboración de su grupo a los afectados, pero que sobre todo los anima a "asesorarse muy bien para no meterse en líos", resume lo sucedido en la reunión diciendo que el gobierno "explicó a los voluntarios/trabajadores de que el Concello tiene un ultimátum sobre la mesa, de tal forma que antes del día 9 tiene que hacer los contratos a todos los que estuvieron trabajando en la fiesta como voluntarios y presentarlos en Inspección de Trabajo, lógicamente pagándoles las nóminas, desembolsando el coste de la Seguridad Social y todo lo necesario para legalizar la situación, pues de lo contrario tendrá que pagar una multa de más de 600.000 euros".

Ni que decir tiene que esto obliga a los voluntarios a pasar por las oficinas municipales para firmar los contratos que no tuvieron, las rescisiones y las nóminas.

"Este gobierno no cumple"

"En su día apoyamos los presupuestos con la condición, entre otras, de que se legalizara la situación de los trabajadores de la fiesta, pero está claro que este gobierno no cumple", lamenta el portavoz del BNG antes de abundar que el "nuevo embolado" en el que "nos ha metido este gobierno".

Sin entrar a valorar si la "extraña inspección de trabajo" fue dirigida políticamente o no, Heladio Outeiro insiste en que desde el ejecutivo local "siempre se nos dijo que no se podían hacer los contratos, y ahora resulta que tienen que hacerlos tarde, mal y a rastro, con la amenaza de una dura sanción que puede tener consecuencias imprevisibles".

A juicio del nacionalista "ahora hay que pasar por el aro y hacer los contratos a esos voluntarios, con los problemas que esto puede acarrearles, porque habrá gente que acudió como voluntaria a la fiesta pero estaba trabajando en otra cosa, cobrando una pensión o en paro, y si ahora tienen que rendir cuentas ante el Inem pueden verse obligados a hacer devoluciones de ciertas prestaciones e incluso a perderlas".

Eso sin olvidar que "al tener dos pagadores tendrán que hacer la declaración del IRPF y quizás ya no les compense haber trabajado durante unos días en la Festa do Marisco".

Asesorías y abogados

Es por ello que Heladio Outeiro insiste en pedir a estos voluntarios "que acudan a asesorías o abogados para hacer las cosas bien y no meterse en líos por culpa del Concello".

Incluso cabe la posibilidad, sugiere, de que algunos se nieguen a firmar y "se mantengan firmes alegando que participaron como voluntarios".

Sin presupuesto

A modo de resumen de esta rocambolesca situación el jefe de filas del Bloque resalta que "no tiene sentido firmar un contrato con carácter retroactivo cuatro meses después para salvar la cara al gobierno, legalizar la relación contractual y evitar la fuerte multa, que puede poner en peligro la continuidad de la propia fiesta".

A este respecto hay que tener presente que el presupuesto municipal de este año no está aprobado, por lo que habrá que ver de dónde sacan el dinero en caso de tener que abonar la multa.

Informe del secretario

Como reflexión y consejo final, además de pedir a los afectados que busquen asesoramiento, Heladio Outeiro sentencia: "Personalmente no me fiaría nada de lo que diga el alcalde porque a él no le va a afectar en su sueldo; esto es un embolado en toda regla para los voluntarios, y si al final hay una multa que pagar repercutirá en el bolsillo de los vecinos, pero del alcalde no saldrá un solo céntimo".

Por cierto, que en las filas de la oposición ya esperan el informe del secretario sobre este procedimiento, "para ver si es posible y legal hacer contratos a tanta gente así de repente".