A Illa celebró ayer por todo lo alto el fin de la primera fase del proyecto de compostaje comunitario que puso en marcha el pasado año. En las inmediaciones de los composteros de O Naval se celebró una fiesta en la que no faltaron la música y el tradicional chocolate para agasajar a las 70 familias que participan en una iniciativa que trata de implantar este sistema en los espacios más urbanos del municipio.
No faltaron a la cita tampoco los Mestres Composteiros,, tanto los que dirigen el proyecto de A Illa como otros del continente que se sumaron a la extracción del primer compost elaborado en O Naval. La edil de Medio Ambiente, Gabrielle von Hundelhausen, reconocía ayer que este primer compost "es de extraordinaria calidad, y han sido muchos los vecinos que se han acercado para llevarse muestras para sus huertas". Una de las principales novedades que se ha puesto en marcha, vinculada a este compostero comunitario, ha sido la creación de un pequeño huerto ecológico, en el que ayer, participaron varios niños plantando algunas de las especies que se van a cultivar en él. Todas esas especies que se recolecten acabarán siendo repartidas entre los vecinos que han participado activamente en el proyecto.
Los buenos resultados de O Naval van a servir para expandir, todavía más el compostaje comunitario. Así, la edil de Medio Ambiente tiene previsto participar mañana en un encuentro con vecinos de la zona de O Barnal para analizar la posibilidad de implantar un elemento de estas características en la zona. No será el único punto, ya que también se están barajando otras opciones, todas ellas pendientes de contar con un número suficiente para que el proyecto pueda salir adelante.
A Illa cuenta con una amplia experiencia en la implantación del compostaje. No en vano, en 1999 fue el primer municipio de la provincia en dar el paso de implantar el Plan Life, un programa europeo cuyo objetivo era buscar una alternativa al tratamiento de los residuos sólidos urbanos. La implantación de este plan fue muy positiva, aunque decayó durante algunos años, hasta que el Concello de A Illa apostó por darle un nuevo impulso hace aproximadamente una década. En ese momento, el paso fue favorecer a las viviendas unifamiliares en las que el compostero estaba siendo utilizado de manera adecuada. Ese beneficio consistió en un descuento de seis euros en el recibo de recogida de la basura, una iniciativa que fue bien acogida ya que, en estos momentos, hay unos 400 composteros individuales repartidos por todo el municipio. Faltaba darle alternativa a las zonas más urbanas, que se ha conseguido con este programa de la Diputación.
