Emilia y Pardo han tenido descendencia. En la madrugada del viernes para el sábado pasado tuvieron una cría, Bazán. Pesó entre 30 y 40 kilos, y el Concello de O Grove acaba de "presentarla en sociedad". Se trata del primer burro que nace en A Toxa, desde que el Ayuntamiento puso en marcha un proyecto consistente en el asentamiento de una población de burros en la isla.

El proyecto lo puso en marcha en su día Alfredo Bea, cuando era concejal de Medio Ambiente. Una de las piedras angulares de la iniciativa era que los asnos tuviesen crías, para de ese modo aumentar el número de individuos de forma progresiva.

Pero los dos primeros intentos fracasaron. Emilia quedó preñada en una ocasión, pero sufrió un aborto. Posteriormente, el Concello introdujo a JuanaJuana, una burra que supuestamente venía preñada. Pero con el paso de las semanas se descubrió que no estaba en gestación.

No obstante, el tercer intento sí ha fructificado. Tras un año de gestación, Emilia sí ha conseguido alumbrar a su cría, que según la concejala de Medio Ambiente, Ángeles Domínguez, está bien de salud y come con normalidad.

De este modo, ahora hay cuatro burros en A Toxa: tres hembras (Emilia, Juana, y la benjamina, Bazán) y el macho, Pardo, que ha sido temporalmente apartado para que la madre pueda criar con tranquilidad a PardoBazán Se completa de ese modo el triángulo de ejemplares con los que se completa el nombre de la ilustre escritora gallega, Emilia Pardo Bazán.

El Ayuntamiento grovense inició en su día el proyecto de instalación de burros en A Toxa por la leyenda de que las aguas termales de la isla fueron descubiertas por un asno que fue allí abandonado porque estaba moribundo. No obstante, las aguas terminarían sanándolo, con lo que la isla empezó a hacerse famosa.