La historia de Paula de los Milagros Nine Falcón es de esas que pellizca la sensibilidad de cualquier ser humano. Con apenas tres años esta niña vilagarciana se ha convertido en ejemplo de lucha por la esperanza. Diagnosticada con varias cardiopatías congénitas de carácter severo su pelea por agarrarse a la vida se ha convertido en un ejemplo de superación que sus padres, Juan Francisco Nine González y Andrea Falcón Victorino, han expresado en un libro que lleva por título "Un Mundo de Historias".

Con el objetivo de fomentar la ilusión y su afán por mantener en guardia el optimismo, nació una idea puesta en marcha desde Canarias por parte de Narcisa Cabrera, madre de una niña con el mismo problema que Paula. A través de las redes sociales y en una de esas muchas noches en vela, Andrea conoció la existencia de este trabajo de recopilación de vivencias y solicitó la posibilidad de incluir a su hija como una de los 23 heroínas que han sido protagonistas de una publicación a beneficio de la Asociación de Cardiopatías Congénitas COR de Barcelona.

En cuanto recibió el sí por respuesta Andrea se lanzó a transmitir un mensaje de esperanza. Su hija Paula fue el motor que impulsó su sensibilidad como escritora para alentar el optimismo y la alegría. "Transmitimos un mensaje de fe en la vida para que estos niños enfermos sigan hacia adelante", señala la mamá.

La valentía y el coraje mostrados por los padres de Paula adquiere una dimensión mayor aún cuando se conoce la desgarradora historia en la que están inmersos desde hace apenas tres años. Tras un embarazo en el que no se detectó nada anormal en el feto, la niña solo tenía 16 horas de vida cuando la felicidad del alumbramiento dio paso a una carrera agónica por la vida. Tras una primera exploración pediátrica que sucedió sin sobresaltos, una de las enfermeras del Hospital de O Salnés detectó que algo no iba bien. "A mi hija le salvó la vida aquella chica llamada Nuria. Dio parte a la pediatra que acababa de entrar de guardia y se le detectó que estaba cianótica. La trasladaron a Pontevedra porque allí no había UCI para estos casos".

El primer diagnóstico de urgencia descubrió que el corazón de Paula traía consigo muchas anomalías congénitas. Su ventrículo derecho apenas se había desarrollado. A ello se le unía una trasposición de grandes vasos y una acortación de aorta que obligó a una hospitalización de más de dos meses en Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña. En ese escaso margen de tiempo la pequeña tuvo que someterse a tres operaciones. Las dos primeras aquellos 24 y 25 de diciembre de 2013.

Debido a que sus arterias pulmonares tenían un tamaño mayor de lo normal, un encharcamiento de sus pulmones le obligó a someterse a una operación conocida como banding pulmonar, que consiste en un estrechamiento de la arteria pulmonar para eliminar el hiperaflujo de riego sanguíneo en los recién nacidos con cardiopatías congénitas. Se trata de una solución temporal que ya está dando sus primeros problemas y obligará a una cirugía más complicada, cita por la que está esperando toda la familia.

Tras ser dada de alta con una sonda nasogástrica por problemas de nutrición, el largo historial médico de Paula tuvo otro episodio más cuando a los cuatro meses tuvo que ser sometida a la conocida como operación de Glenn para conectar directamente su vena cava superior al pulmón evitando así un mayor desgaste para su corazón univentricular. Todo ello se convierte además en el paso previo a la operación por la que ahora aguarda con la máxima esperanza la familia y que esperan mejore sustancialmente la calidad de vida de los padres, de su hermano Alejandro de ocho años y de la propia niña. Esa intervención es la conocida como Fontan-Kreutzer y es un procedimiento que establece una circulación en la cual la sangre fluye hacia los pulmones en forma pasiva sin pasar por el corazón, algo que se consigue con el desvío del flujo de las venas cavas superior e inferior hacia las arterias del pulmón.

A la espera de la fecha, la familia trata de sobrellevar todo lo que supone una situación así en su casa de Trabanca-Badiña. Los esfuerzos económicos son enormes para poder hacer frente a todo lo que supone la alimentación especial de Paula así como el gasto energético que supone el tener ambientada la casa todo el día en torno a los 21 grados. Una lucha que reclama la ayuda del corazón de todos.