El secretario general de la Federación Galega de Fútbol, Diego Batalla sostiene que el reglamento establece sanciones para el club en cuyo campo se escuchen este tipo de improperios de entre los 301 y los 1.500 euros.

Además de este castigo económico, también se puede imponer la pérdida del partido al club cuyos aficionados protagonicen estos hechos, le retirada de tres puntos, clausurar el campo con partidos a puerta cerrada y, en caso de reincidencia, la pérdida de categoría del equipo en cuestión. "Estamos hablando, pues, de sanciones muy serias", apostilla Batalla.

Eso sí, el secretario general de la Federación que preside el ribadumiense Rafael Louzán aclara acto seguido que "se deben valorar todas la circunstancias: si es un grupo reducido de aficionados o si es un canto a coro desde la grada, si se produce en un momento puntual o si es persistente en el tiempo". "De hecho, en este caso del Marcón el árbitro hizo constar los insultos en el acta, pero también que el club advirtió por megafonía, a petición del colegiado, que los aficionados desistieran de aquella actitud, gracias a lo cual la expresiones cesaron en la segunda parte, actuación ésta del club que el comité también ha valorado a la hora de emitir la sanción".

El último precedente de una sanción por insultos racistas fue la impuesta al Tordoia, un club cercano a Santiago que milita en el grupo 2 de la primera autonómica, en que un jugador de este equipo, literalmente, le espetó al colegiado "eres un mono y tienes una ristra de plátanos esperándote a la salida", expresión lesiva por la que el Tordoia fue sancionado con 301 euros y un partido a puerta cerrada.

El secretario de la Gallega reconoce que "actualmente no se están produciendo más insultos racistas que antes, lo que ocurre es que ahora los árbitros los hacen constar en el acta, y a ello precisamente les instamos". "Es preciso apelar, no sólo al comportamiento cívico de los aficionados que acuden a un campo de fútbol, sino también a la actuación de los clubes que incluyan un reglamento interno que contemplen este tipo de situaciones y las medidas inmediatas a tomar con este tipo de aficionados".

Batalla precisa además que "la Federación Española y el Consejo Superior de Deportes están estudiando un protocolo para ir más allá para, en el momento de producirse insultos racistas o sexistas, que los hay sobre las mujeres que son árbitros o linieres, se proceda a la suspensión inmediata del partido".