Pocas obras se han hecho en los últimos años que hayan dado tantos quebraderos de cabeza como la del pabellón del instituto Ramón Cabanillas, en Cambados. Tras dos años en que apenas se ha podido utilizar la instalación, primero por los trabajos de reforma del edificio y después porque literalmente llovía dentro, todo parecía indicar que con el cambio de cubierta ejecutado los últimos meses la situación se normalizaría y esta misma semana se podría volver a utilizar la instalación deportiva. Pero finalmente no será así.

Cuando llegó al pabellón la empresa encargada de colocar el pavimento detectaron que en el suelo había mucha humedad, por lo que optaron por no pegar el material para evitar que se deteriore o que se despegue en poco tiempo a consecuencia de la humedad.

Así las cosas, tanto los estudiantes del instituto Ramón Cabanillas como las jugadoras del XAV de voleibol siguen sin poder utilizar estas instalaciones, con las incomodidades que eso lleva aparejadas. En el centro educativo, por ejemplo, no están haciendo este curso sus tradicionales competiciones deportivas internas. Y el XAV tiene que entrenar unos días en San Tomé y otros en el Francisco Asorey, sin ni siquiera poder realizar un calendario a un mes vista del pabellón que les corresponderá. Esta situación también les afecta a la competición, hasta el extremo de que el pasado fin de semana han suspendido un partido oficial de cadetes.

Las posibles causas

La dirección del instituto Ramón Cabanillas se ha puesto en contacto con la delegación territorial de la Consellería de Educación para que envíen los técnicos, y que estos determinen el origen de la humedad encontrada por la empresa encargada de colocar la cancha.

Entre las posibles causas figuran desde que se trate de las filtraciones que se produjeron el invierno pasado, antes del cambio de la terraza ejecutado en los últimos meses. O que la humedad sea resultado de algún defecto de la construcción. Sea como fuere, ya está descartado que se pueda hacer uso del pabellón durante esta semana.

En las instalaciones se han realizado dos grandes obras, la primera sufragada por la Diputación, y la segunda por la Xunta.