La Federación Galega de Fútbol acordó finalmente esta tarde imponer una sanción al Marcón Atlético por los insultos racistas que el pasado fin de semana sufrió en un partido de liga Carlos Arturo Sánchez Rojas, un delantero de raza negra del San Martín de Vilaxoán.

El comité de competición de la Federación Galega sanciona al conjunto pontevedrés a disputar un partido de la competición a puerta cerrada, y a pagar una multa de 301 euros. Se trata del castigo menor que se puede imponer en estos casos, y la Federación justifica en su página web esta decisión apelando a la reacción de la directiva del Marcón, que pidió por megafonía que se calmasen los ánimos y que incluso acudieron a hablar personalmente con los aficionados que estaban más exaltados.

Carlos Arturo Sánchez, por su parte, también ha sido sancionado a un partido sin jugar por acumulación de tarjetas amarillas. Se da la circunstancia de que en el partido contra el Marcón el árbitro le enseñó un cartón, momento en el que precisamente empezó el conflicto con los aficionados.

Momentos de tensión

El encuentro se jugaba en el campo del Marcón, y pertenecía a la jornada 18 de la liga de Primera División Galicia. Al parecer, el delantero del San Martín le protestó al árbitro su amonestación, y en ese momento algunos aficionados del Marcón le increparon.

La reacción del jugador habría sido la de encararse con las gradas, hasta el extremo de que según el presidente del club de Pontevedra, Carlos González, insultó gravemente y con descalificativos soeces a una mujer, y sus compañeros tuvieron que sujetarle para evitar que se encarase con un hombre. Sería a partir de ese momento cuando empezaron a escucharse los insultos racistas.

Se da la circunstancia de que Carlos Arturo Sánchez es de Pontevedra, y que jugó en el Marcón en categoría juvenil. El presidente de esta última entidad llegó a decir el martes del futbolista que "es buen chaval, pero a veces se le va la cabeza". Actualmente, Sánchez tiene 32 años. Además, el presidente del Marcón añade que el acta arbitral también recoge como al término del partido jugadores del San Martín sujetaron una vez más a Carlos Arturo Sánchez para no se fuese hacia un aficionado pontevedrés.

Carlos González, sí admitió que existieron insultos racistas, de los cuales ha dicho que son "injustificables". Tras este episodio, el jugador del San Martín llegó a afirmar que estaba meditando dejar el fútbol, cansado de este tipo de descalificativos, si bien posteriormente parece haber reconsiderado esta postura y seguirá en activo.

La sanción al Marcón se basa en el artículo 62 del régimen disciplinario, y se indica textualmente que se debe a las "declaraciones en cuya virtud una persona o grupo de ellas amenace, insulte o veje a alguien por razón de su origen racial, étnico, geográfico o social, o por su religión, convicciones, discapacidad, edad, género u orientación sexual en relación con los hechos reflejados en el acta arbitral cometidos por aficionados locales, imponiéndose la sanción en su grado mínimo en atención a la reacción del club local mediante la emisión de mensajes por megafonía que consiguieron que las manifestaciones cesasen más tarde".

El partido entre el Marcón y el San Martín terminó con un resultado de 1 a 0 a favor de los pontevedreses. En la clasificación, el Marcón marcha en el segundo puesto, a cuatro puntos del primero, que es el Beluso. El San Martín marcha en el puesto 13 -la competición es de 18 equipos- y está a 13 puntos del Marcón.

Aviso de la Federación

El secretario general de la Federación Galega de Fútbol, Diego Batalla, confirmaba que la postura de la entidad era de "tolerancia cero" con este tipo de actuaciones. "A la Federación Gallega le corresponde aplicar el régimen sancionador que trata el asunto en su artículo 62". La reunión del comité disciplinario fue larga, hasta el extremo de que la decisión final no se publicó en la página web hasta pasadas las 20.00 horas.