La Plaza de España, frente a la iglesia parroquial Santa Eulalia de Arealonga, fue el primer punto de reunión de vilagarcianos con sus mascotas que al filo del mediodía esperaban el inicio del acto litúrgico conmemorativo del día de San Antonio Abad, protector de los animales.

Al otro lado de la calle, en el atrio del templo, estaba ya preparado un púlpito desde el cual el cura párroco, don José Torrado, iba a celebrar la ceremonia. Las puertas de la iglesia se abrieron pasadas las 12.30 horas y los concentrados en la Plaza de España cruzaron para participar del acto religioso.

Había más de medio centenar de mascotas; mayoritariamente perros de todas las razas, colores y tamaños que esperaban pacientemente con sus dueños. Entre los ejemplares caninos, destacaba la presencia de un loro, una tortuga y también dos gatos.

Uno de estos felinos fue llevado por la expresidenta de la Protectora de Animales de Vilagarcía y exconcejala del grupo municipal del Partido Popular, Ángeles Barreiro.

El cura párroco vilagarciano, ayudado por un sistema de megafonía, se dirigió a la comitiva con un saludo litúrgico.

"Los animales creados por Dios habitan los aires, la tierra, el mar y comparten la vida del hombre con todas sus vicisitudes. Dios, que derrama sus beneficios sobre todo ser viviente, más de una vez se sirvió de la ayuda de los animales y también de su figura para insinuar en cierto modo los dones de la salvación. Los animales fueron salvados en el Arca de las aguas del diluvio y después del diluvio quedaron asociados al pacto establecido con Noé. El cordero pascual, recordaba el sacrificio pascual y la liberación de la esclavitud de Egipto; un gran pez salvaguardó a Jonás; unos cuervos alimentaron al profeta Elías. Los animales fueron agregados a la penitencia de los hombres y junto con toda la creación participan en la redención de Cristo. Al invocar pues, por intercesión de San Antonio, la bendición de Dios sobre estos animales. Démosle gracias al creador de todo por habernos elevado por encima de las demás criaturas", manifestó.

Los feligreses acompañados de sus mascotas, escucharon también en el atrio de la iglesia las palabras del libro del Génesis. Acto seguido, el cura párroco procedió a la bendición de los animales tanto de forma global como individual.