El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, confirmó ayer que Eptisa ya ha recibido la comunicación oficial de la junta local de gobierno en la que le pide explicaciones sobre sus planes respecto de la revisión del PXOM, por lo que el regidor socialista espera que la empresa conteste y que esa respuesta no se demore en el tiempo, pues "aún queda mucho por hacer" en el Plan Xeral, advirtió Varela.
Prueba de ello es que de los 490.000 euros que cuesta toda la redacción del planeamiento (sufragada entre el Ayuntamiento y la Xunta), la consultora ha cobrado menos de la mitad, según apunta el primer edil vilagarciano.
Y es que aunque el grueso del documento está hecho (adaptado a la nueva Lei do Solo de Galicia e incluye las sugerencias del gobierno socialista sobre su modelo de ciudad), todavía queda por delante una larga y complicada tramitación administrativa, así como el periodo de alegaciones y resolución de las mismas.
En este sentido, el Concello todavía debe remitir el PXOM a varios departamentos de la Xunta para su estudio, como la Secretaría Xeral de Urbanismo o el área de Costas y Carreteras. Tienen dos meses para contestar y apuntar posibles correcciones. Cuando se incorporen, el texto se someterá a exposición pública durante dos meses para su posterior aprobación inicial en pleno. Después todavía queda la aprobación provisional y la definitiva.
El alcalde precisa que el del PXOM "es un trabajo muy complicado, muy especializado, que los ayuntamientos no realizan con personal propio". De este modo Alberto Varela descartaba de plano llevar a cabo la propuesta lanzada por el portavoz del Partido Popular, Tomás Fole, de reorganizar la Gerencia de Urbanismo para asumir con medios municipales el trabajo que queda por hacer del Plan Xeral en el caso de que Eptisa renuncie a él.
En cuanto al apoyo que Ravella busca de la Xunta, Varela recuerda que "no es por capricho", puesto que la administración autonómica subvenciona la redacción de los planes urbanísticos de los municipios.
Tras las críticas del PP en las que Fole negaba que el alcalde vilagarciano liderase un frente común con los otros 16 concellos afectados por el ERE en Eptisa, el mandatario socialista replica que "unos alcaldes me llamaron a mí y yo llamé a otros".
El mejor de los escenarios sería que Eptisa continuase al frente de la revisión del documento y con el mismo equipo. De mantenerse el contrato, el alcalde exige a la empresa que concrete por los cauces oficiales cuántas personas dedicará al plan vilagarciano y especifique los plazos de entrega de las distintas fases de los trabajos que quedan por hacer.
En el caso de que la consultora no se comprometa a cumplir los plazos, Ravella tendría que volver a sacar a concurso público la redacción del plan desde el punto en el que se encuentra, lo que retrasaría el proceso ya que el nuevo equipo tendría que ponerse al día de todo lo realizado.
La revisión urbanística municipal fue adjudicada a Eptisa el 27 de mayo de 2008. Las bases del concurso establecían la realización del trabajo en cinco fases, de las cuales se han superado tres: información urbanística y diagnóstico, documento de inicio o avance y documento para informe previo a la aprobación inicial, que fue el que el gobierno del PP presentó en septiembre de 2013 y que el PSOE ha modificado.
