Dos incendios provocaron ayer sendos sustos importantes en la comarca de O Salnés.

Ambos tuvieron lugar en un corto espacio de tiempo, movilizando a los bomberos de los dos parques que existen en la comarca, que contaron con la ayuda inestimable de los vecinos para evitar que las llamas pudiesen propagarse.

Sobre las 18.00 horas tuvo lugar el más grave, el que se originó en un pequeño galpón, adyacente a una vivienda, en la parroquia vilanovesa de András.

El origen está siendo investigado por la policía científica, aunque todo apunta a que pudo deberse a un cortocircuito.

Fueron los propios vecinos los que se percataron de la situación, y armados con mangueras y cubos se lanzaron a la finca de la vivienda y aprovecharon la proximidad de una piscina para controlar que las llamas no se extendiesen a la casa colindante.

Los bomberos de Vilagarcía fueron los que acabaron sofocando por completo las llamas, antes de comenzar con el desescombro del galpón, que quedó totalmente calcinado.

Al lugar también se desplazaron efectivos de la Policía Local y de Protección Civil de Vilanova, que colaboraron en las tareas de extinción.

Dena

Tan solo unos minutos antes de que se declarase el incendio en Vilanova, el susto se registraba en un restaurante de Dena, a donde se trasladó una dotación de los bomberos de Ribadumia. En la cocina del establecimiento hostelero se produjo un incendio que hizo necesaria la intervención de una unidad de parque de bomberos.

Fue en el restaurante "O Novo Forcado", sito en la calle Santa Lucía, cuando minutos después de las 18 horas se produjo un fuego que se originó en la chimenea, presumiblemente a causa de la carbonilla acumulada.

Los dueños del local, que en aquel momento se encontraban recogiendo el servicio del mediodía del establecimiento que a esa hora se encontraba ya vacío, fueron alertados desde el exterior.

"Fue un automovilista el que vio el fuego en la chimenea y detuvo su vehículo para alertarnos porque desde el interior, incluso aquí en la cocina, no estábamos percibiendo aún nada" explica la dueña del restaurante, que pertenece a una conocida familia de hosteleros de Dena.

"Pero al instante -agrega- empezábamos a notar en la cocina una gran humareda al quedar taponada la chimenea por el fuego".

La rápida intervención de los propietarios junto con sus hijos, que actuaron con un par de mangueras, ayudó a controlar el fuego que, minutos después, sofocaba una unidad del servicio de bomberos.

También otras de la Guardia Civil y de Policía Local de Meaño se desplazaron al lugar.

"Por fortuna todo se quedó en un susto -apunta la propietaria que, junto con su marido, se afanaba en limpiar una cocina en cuyo techo eran visibles las huellas de la intensa humareda-, y podremos abrir y atender ya a los clientes en el servicio de noche".