Dos meses después de aquel 22 de octubre, en el que un conjunto de rocas cayó sobre el vial que une la parroquia vilanovesa de Baión con el Hospital de O Salnés, la carretera continúa cerrada con barreras sin que se hayan acometido las obras previstas para evitar nuevos desprendimientos en la zona. El cierre del vial, adoptado por el Concello de Vilagarcía por cuestiones de seguridad, no tiene visos de levantarse en un corto período de tiempo, una situación que indigna al alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, al considerar que se está registrando "un perjuicio muy importante a los vecinos de Baión, que ahora están obligados a realizar un importante rodeo para alcanzar su hospital de referencia".

Durán responsabiliza de esta situación al vecino Concello de Vilagarcía que, "en vez de limpiar la zona y solucionar el problema de la seguridad, se limita a cerrar la carretera y a esperar que el trabajo lo hagan otros; como los afectados no son sus vecinos le trae sin cuidado lo que ocurra".

El regidor vilanovés ya trató de evitar que el vial se cerrase al tráfico en aquellas fechas. Tras tener conocimiento de que habían caído sobre el asfalto varias piedras, optó por pedirle a una empresa que las retirase y alertar al Ministerio de Fomento, titular de ese pequeño vial, de lo que ocurría. Su sorpresa sería mayúscula cuando, ese mismo día, el Concello de Vilagarcía volvía a cerrar por completo la carretera y recurría a la Diputación de Pontevedra, ente que nada tiene que ver con este camino, construido en su día como acceso de la segunda fase del polígono industrial de Baión al vial del Puerto de Vilagarcía.

"Si en ese momento, el Concello de Vilagarcía hubiese actuado diligentemente, limpiando la zona y manteniendo abierto el vial, no nos encontraríamos en esta situación, con los vecinos de Baión impedidos de pasar por una carretera en la que nunca ha vuelto a caer una piedra, algo que pasa constantemente en la V.G. 4.3 y todavía nunca se ha decretado su cierre", explica Durán.

El vilanovés insiste en que lo único que ha conseguido Vilagarcía es que "ahora esta carretera se encuentre cerrada sine die, logrando enfadar a los vecinos de Baión, que se consideran perjudicados por una decisión que no tiene ni pies ni cabeza". Por este motivo, el regidor vilanovés insta a su homólogo, Alberto Varela, a que tome "decisiones encaminadas a la apertura de este vial de una vez por todas".