Vilagarcía afronta una semana crucial para su futuro urbanístico. La junta de gobierno local encabezada por Alberto Varela se dirige hoy formalmente a la nueva dirección de la empresa redactora del PXOM, Eptisa, para conocer sus planes sobre el Plan Xeral vilagarciano después de que haya despedido a uno de los técnicos que se encargó de revisar el documento. Así, el regidor socialista pedirá garantías a la consultora para que cumpla los plazos establecidos. Y es que los trabajos fueron contratados ya en 2008 y en estos ocho años ninguno de los gobiernos que pasaron por Ravella fueron capaces de someter el plan a aprobación inicial por parte del pleno.

Ahora que el documento ya se había adaptado a la nueva Lei do Solo de Galicia e incorporaba las sugerencias del ejecutivo socialista tras año y medio de trabajo, Varela tenía previsto informar a los grupos de la oposición del contenido del PXOM, pero la compra de Eptisa por parte del grupo chino JSTI -y particularmente el despido de uno de los dos técnicos volcado en el plan vilagarciano- ha dado un giro de 180 grados a la situación.

El abanico de posibilidades de lo que pueda ocurrir con el PXOM de Vilagarcía es muy amplio, pero la incertidumbre está ahí, y la preocupación que conlleva, también. El propio alcalde ya advirtió de la "grave" coyuntura en la que se encuentran la capital arousana y otros dieciséis ayuntamientos de Galicia de cuyos planes urbanísticos también se encarga Eptisa. Ahora tendrá que ser la consultora la que -a instancias del escrito enviado por el Concello- arroje algo de luz sobre el Plan Xeral de Vilagarcía.

El mejor de los escenarios sería que Eptisa continuase al frente de la revisión del documento y con el mismo equipo. De mantenerse el contrato, el alcalde pedirá a la empresa que concrete por los cauces oficiales cuántas personas dedicará al plan vilagarciano y especifique los plazos de entrega de las distintas fases de los trabajos que quedan por hacer.

Parece inevitable que cualquier decisión que tome Eptisa supondrá algún tipo de demora en la tramitación del PXOM.

En el caso de que la consultora no se comprometa a cumplir los plazos, Ravella tendría que volver a sacar a concurso público la redacción del plan desde el punto en el que se encuentra, lo que retrasaría el proceso ya que el nuevo equipo tendría que ponerse al día de todo lo realizado. Además, hay que tener en cuenta que no resulta sencillo que unos profesionales asuman el trabajo de otros porque es habitual que quieran imponer su sello.