Las reacciones de la oposición municipal no se han hecho esperar tras conocerse la sentencia del Tribunal Superior de Xusticia de Galicia (TSXG) que anula un fallo anterior y el expediente de la Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística (APLU) en los que se ordenaba derribar el edificio de usos administrativos de O Grove.

El inmueble podrá seguir en pie, con lo que se evita a las arcas municipales un desembolso de más de dos millones de euros. Pero la oposición, satisfecha con la sentencia, cree que el alcalde, José Cacabelos (PSOE) "debe dejarse de victimismos" e incluso "aprender la lección, ya que en este lío nos metió él y a punto estuvo de salir demasiado caro".

El inmueble ahora "indultado" fue construido con Cacabelos como regidor en su anterior mandato (2007-2011), cuando gobernó con BNG, Partido Galeguista Demócrata (PGD) y temporalmente con Esquerda Unida. Con las obras llegó la denuncia del empresario Óscar Miniño, y esto dio lugar a la posterior orden de derribo, cuando el edificio estaba terminado.

Fue en el mandato 2011-2015, con el PP en la Alcaldía gracias a la alianza con AMeca y PGD, cuando tras perder en primera instancia el Concello cambió de abogado y presentó el recurso judicial ante el TSXG que ahora anula la sentencia inicial e impide el derribo.

Lo que hizo Cacabelos tras conocer el jueves la sentencia fue mostrar su satisfacción y decir que de este modo queda avalada su política urbanística, llegando a asegurar que todo obedeció a una persecución política.

De ahí que la oposición le tire ahora de las orejas diciendo que "no tiene motivos para sacar pecho porque fue él quien provocó todo esto".

En el PP, por ejemplo, dicen que "todos debemos alegrarnos y felicitarnos por la sentencia del TSXG, ya que constituye una magnífica noticia para el pueblo, sobre todo pensando en lo que podía haber pasado a este Concello en caso contrario, ya que como muy bien explicó FARO DE VIGO la demolición podría suponer un coste inasumible que, desde luego, dejaría las arcas municipales en una situación muy delicada".

Ahora bien, "aunque cuando se soluciona un problema no podamos más que alegrarnos, otra cosa muy diferente es asistir a la lamentable reacción de Cacabelos hablando de persecuciones políticas y apuntándose el tanto".

Frente a eso los conservadores piden al alcalde "que no se confunda porque él no resolvió nada, sino que fue precisamente quien provocó esta peligrosa situación, y a los hechos y las fechas nos remitimos".

Es aquí cuando en el PP recuerdan que "todo esto surgió cuando Cacabelos era alcalde y nosotros estábamos en la oposición; y cuando llegamos al gobierno con las elecciones de 2011 ya teníamos este problema encima de la mesa, por lo que hicimos todo lo necesario para resolverlo, aunque nosotros no lo hubiéramos creado".

El recurso administrativo inicial no prosperó "y lo que hicimos fue recurrir a la vía judicial, que es lo que ahora se ganó, después incluso de que algunos nos reprocharan la elección del abogado", relatan los populares.

La conclusión a la que llegan es que el gobierno tripartito que formaban PP, AMeca y PGD "hizo lo que estaba en su mano para que esto se resolviera favorablemente", por lo que ahora "solo cabe esperar que Cacabelos tome lo sucedido como un aviso que le sirva para reflexionar ante futuros casos similares y que esto no vuelva a suceder, pues nos pudimos haber ahorrado muchos disgustos y también mucho dinero, ya que el pleito se extendió durante muchos años y se produjeron sanciones que tuvimos que abonar".

Puede que de todo esto vuelva a hablarse el lunes en la reunión de portavoces que convocó el alcalde con la intención de analizar el trabajo realizado en los últimos meses sobre el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

Si es que finalmente se celebra, ya que los grupos opositores dudan de ello "debido al escaso interés del PSOE por sacar adelante el documento". Además, "con el edificio administrativo a salvo Cacabelos puedo pensar que ya no necesita un PXOM para salvarlo".

Heladio Outeiro, portavoz del BNG lamenta el retraso "porque esta reunión iba a celebrarse ya en septiembre, pero el alcalde no la convocó, y como le tiramos de las orejas en repetidas ocasiones ahora la convoca tarde, mal y a rastro, e incluso es capaz de suspenderla, como ya hizo otras veces".