Los policías locales de Vilagarcía emprenderán una relativa huelga de brazos caídos en señal de protesta contra el trato que reciben por parte del gobierno local. En un comunicado, los agentes consideran necesaria "más atención" por parte del ejecutivo municipal, al entender que el departamento continúa sufriendo "el mismo abandono" que en anteriores mandatos.

Una de las medidas que han tomado es no realizar voluntariamente ningún servicio extraordinario, lo que -advierten- "podrá afectar a diversos acontecimientos deportivos, culturales, de seguridad o de cualquier índole que se vayan a celebrar en Vilagarcía en los próximos meses y que requieran de dispositivos especiales de tráfico".

Esta es la primera brecha abierta entre el colectivo policial y el gobierno de Alberto Varela, y se produce en un momento en el que el alcalde se está reuniendo con distintos grupos de trabajadores del Concello para perfilar el Anexo de Personal del Presupuesto de 2017. Ya en el pleno de noviembre los agentes protagonizaron una protesta silenciosa, acudiendo a la sesión ataviados con chalecos reflectantes pero sin articular palabra. Era, en definitiva, una forma de presionar al ejecutivo socialista para que atendiese sus demandas.

Pero a tenor de las declaraciones de los policías, parece que no ha sido así. "La Policía Local de Vilagarcía está lejos de ejercer el lugar que le corresponde como cuerpo policial de la tercera entidad poblacional de la provincia, y los policías estamos cansados de realizar esfuerzos personales que no son recompensados", expresan los funcionarios en una nota de prensa en la que se erigen como portavoces de todo el cuerpo.

Reclaman a Varela "una mayor consideración que fue manifestada y prometida durante la campaña electoral por el actual gobierno municipal, y por lo tanto, unos compromisos adquiridos ahora incumplidos", critican. Insisten en la necesidad de que el ejecutivo cumpla sus compromisos y cambie su postura en relación al colectivo policial, el cual "suple con esfuerzo personal las enormes carencias del departamento".

La plantilla de la Policía Local, formada por unos 40 agentes, arrastra déficit de medios humanos y materiales desde hace tiempo. El actual gobierno ha convocado tres plazas pero las demandas del cuerpo van más allá. Ya con el gobierno de Tomás Fole (PP) los funcionarios tuvieron un serio enfrentamiento que se plasmó con un plantón en un acto de entrega de medallas, en marzo de 2015 .