Los alumnos del CEIP de Rubiáns se llevaron una grata sorpresa en el día de ayer. Gracias a las gestiones realizadas por el ANPA del centro, Papá Noel pudo completar un rápido y fugaz viaje para sorprender a los más pequeños cuando estos se disponían a hacer una foto de familia.

Al contrario de lo que en él es habitual, el hombre de las barbas blancas cambió su trineo habitual por una carroza de la que tiraba un caballo. Recién llegado de Laponia se mezcló con los más pequeños y sus profesores para repartir caramelos y sobre todo mucha felicidad.

No faltaron las fotografías y las peticiones para la próxima Nochebuena, aunque Papá Noel también recordó que hay que esforzarse en la escuela para tener lo que se desea.