Vilagarcía es uno de los municipios de España que -de manera proporcional- aglutina más viviendas vacías: más de 4.000. Consciente de esta realidad, la concejala de Servicios Sociales, Tania García Sanmartín, no dudó en participar en el Programa de Vivendas Baleiras promovido por el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) y por la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), el cual consiste en proporcionar a los colectivos más vulnerables pisos en alquiler a precios asequibles. En el caso de Vilagarcía, la cuota mensual no podrá superar los 300 euros.

Según precisan fuentes municipales, el gobierno local firmará esta semana el convenio, por lo que en cuestión de días quedará legalmente formalizada la intención ya manifestada por el equipo de Alberto Varela a principios de verano de participar en esta iniciativa con el objetivo de garantizar el acceso a la vivienda a las personas y familias sin recursos y en situación de vulnerabilidad o afectadas por procesos de desahucio. El programa tendrá validez hasta el año 2020.

Según establece la propia Xunta, los requisitos que deben cumplir los posibles arrendatarios son encontrarse en situación personal o familiar que suponga una dificultad para acceder a la vivienda de alquiler libre, acreditar la percepción de ingresos económicos mínimos y no tener parentesco hasta segundo grado con el propietario del inmueble.

Además, tendrán preferencia las familias afectadas por procesos de ejecución hipotecaria o en proceso de desahucio, así como los hogares con hijos menores, las familias numerosas y monoparentales con hijos a su cargo. También tendrá prioridad a la hora de acceder a los alquileres "sociales" las unidades familiares en las que existan mujeres víctimas de violencia de género, personas mayores de 65 años y dependientes.

Propiedad de los bancos

La idea es que las casas o pisos en propiedad de entidades crediticias, de sus filiales inmobiliarias o de entidades de gestión de activos (principalmente obtenidas como resultado de ejecuciones hipotecarias) sean arrendadas a precios bajos a las familias que por dificultades económicas no pueden acceder a una vivienda a través del libre mercado. No obstante, el programa permite la inscripción voluntaria de viviendas vacías propiedad de "personas no obligadas", apuntan desde el Concello.

Una vez que el convenio entre el Ayuntamiento, IGVS y Fegamp esté firmado, el gobierno vilagarciano deberá encargarse de elaborar un censo de las viviendas desocupadas disponibles para participar en el programa. Otra de las obligaciones del Concello es la de proponer a los posibles beneficiarios a través del departamento de Servicios Sociales, que es el que mejor conoce las necesidades y la problemática que muchas familias vilagarcianas están sufriendo para poner mantener una vivienda.

Así, la administración municipal deberá enviar las propuestas de acogida a este plan de alquiler a la comisión conformada por representantes del Instituto Galego de Vivenda y de la Fegamp, un trámite que se hará a través de la concejalía que dirige Tania García. No obstante, será la comisión la que tenga la última palabra tanto en la inclusión de los inmuebles en el censo de viviendas vacías como en la resolución de la adjudicación de los arrendamientos.

Seguro del hogar

Por su parte, el IGVS se encarga de financiar un seguro multirriesgo del hogar durante la vigencia del alquiler, así como el seguro de garantía de cobro de la renta en las mensualidades impagadas, además de la asistencia y defensa jurídica de los propietarios.