El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) autorizó ayer la actividad extractiva en las bateas de mejillón de los polígonos Grove C1, C2 y C4. Esto significa salvar in extremis la campaña de Navidad, o al menos frenar el desabastecimiento generalizado que iba a producirse en las próximas semanas, o que de hecho se estaba produciendo ya en algunos casos.

Ya se explicó en FARO DE VIGO hace unos días que las ventas masivas de mejillón en el último semestre hizo que se agotara el producto grande en buena parte de las bateas gallegas, por lo que actualmente permanece colgado en los polígonos que, como los citados de O Grove y algunos de los existentes en Pontevedra, Muros y Vigo, llevan tiempo cerrados.

Así las cosas, o bien remitían pronto los biotoxinas y se reabrían algunos de esos polígonos para pode reabastecer a los clientes, o la campaña navideña quedaría seriamente dañada.

Tanto es así que, cabe insistir, para atender algunos de los últimos pedidos, y ante la escasez de producto grande, incluso se estaba comercializando mejillón aún en fase de crecimiento, el que en condiciones normales se sacaría de las cuerdas de cultivo en febrero o marzo.

De ahí que la autorización de extracción en esos tres polígonos de Meloxo (O Grove), en la boca de la ría de Arousa, constituya una muy buena noticia no solo para los concesionarios de los parques de cultivo flotantes directamente beneficiados por la apertura, sino también para el conjunto del sector productor, depurador y transformador.

A la espera de saber de cuánto tiempo dispondrán los bateeiros para explotar esas bateas antes del siguiente cierre, y con la esperanza de que la reapertura de polígonos pueda hacerse extensiva a las rías de Pontevedra y Vigo, la consecuencia inmediata es un aumento espectacular de los pedidos y de las descargas de producto.

Evidentemente la satisfacción generada por la reapertura de los polígonos de O Grove contrasta con la frustración que viven aquellos que directa o indirectamente dependen de la actividad extractiva en las zonas aún clausuradas. Con la ría de Arousa casi completamente "limpia", ya que solo continúa cerrado el polígono Grove C3, donde peor lo está pasando el sector es en la ría de Pontevedra, con siete de sus ocho polígonos inoperativos, uno de ellos desde marzo, otro desde agosto y los demás desde octubre y noviembre.

Tampoco están bien las cosas en la ría de Muros-Noia, con sus cuatro polígonos cerrados por toxinas lipofílicas, mientras que en la ría de Vigo esas biotoxinas y la paralizante (PSP) mantienen cerrados seis polígonos mejilloneros, por lo que están operativos, aunque muy agotados ya, otros tantos.