El cura vilagarciano es el artífice de la exposición "Belenes del Mundo" que desde hoy quedará abierta en el salón parroquial de Caleiro hasta el próximo 8 de enero.
-¿Cómo empezó su afición por los belenes?
-Desde pequeño y surgió porque en casa mi madre ponía un pequeño belén y mi hermana Ana y yo tratábamos de mejorarlo año tras año. De adolescente en la iglesia parroquial también me impliqué intentando mejorar estéticamente el que allí se hacía. De seminarista, y a raíz de un viaje de un curso bíblico a Jerusalén, me marcó. El estar in situ en Belén fue especial. Ahí conseguí algunos belenes típicos de allí, belenes de olivo sobre todo. Progresivamente año tras año fui incorporando cosas a la colección. Poco a poco pude ir consiguiendo algunos de todas las partes del mundo. De diversos materiales de muchas partes del mundo. De estudiante también estuve en Francia muchos veranos, y de sacerdote ya en Roma, donde también hay mucha tradición. Y así sucesivamente, año tras año, he ido recopilando diversos elementos.
- La exposición que hoy abre las puertas al público tiene 331 belenes. Impresionante a primera vista.
-Sí y es una cantidad que puede variar en los próximos días. Hay alguno más en reserva. Incluso puedo ir variando algunos durante la exposición. Llevamos ya cinco o seis exposiciones abiertas al público con la de Caleiro. Antes se hacían más pequeñas y en parroquias pequeñas y también en mi propia parroquia natal en Cea, también en Brión y en Bembibre en 2015. En los últimos cuatro años ya han sido muestras más grandes, pero en la de Caleiro se alcanzará la máxima cifra de belenes expuestos.
-¿Son todos suyos?
-La inmensa mayoría sí. Pero hay algunos que me dejaron amigos sacerdotes y hay muchos que fueron donaciones que me hicieron.
-Tiene nacimientos de todo el mundo. ¿Cómo ha ido recopilando todo eso?
-Aparte de los que conseguí en los viajes a Tierra Santa, también de Italia tengo muchos porque estudié durante cinco años allí y en concreto en la zona de Asís que es la cuna del belenismo. En Texas también conseguí algunos de América Central. También en varias ferias en Madrid. Allí hay muchos mercadillos, tiendas especializadas y en tiendas de oenegés que tienen mucho material relacionado al alcance de todos los bolsillos y representativos de otras culturas.
-¿Hay alguno al que le tenga un cariño especial?
-Todos me gustan, pero los de más apego son los belenes de Tierra Santa. Sobre todo porque son los más vinculados a los lugares físicos que marcaron el nacimiento y la vida de Jesús.
-¿Son piezas y figuras de todos materiales y tamaños?
-En cuanto a tamaño se concentran todos los nacimientos en pequeño tamaño. El título de la exposición es "Belenes del mundo". También es verdad que más de un tercio serían mini belenes en cuanto a tamaño porque han sido realizados en miniatura. En cuanto a los materiales hay piezas de barro, madera, papel, corcho, en cerámica de Sargadelos, telas y material propio de cada lugar.
-Tiene incluso de países con menos tradición católica.
-Hay de países de tradición cristiana ortodoxa de Europa del Este, de la zona de Rusia y de los países vinculados a la iglesia ortodoxa. Tienen formas y modos diferentes respecto al belén típico. También hay belenes de África Austral y Subsahariana con animales distintos y detalles de su propia cultura. Incluso los Reyes Magos con regalos y ofrendas típicas de cada zona.
