La guerra abierta en el seno de Esquerda Unida de Arousa, y sobre todo en la agrupación de Vilagarcía, suma un nuevo capítulo que agrava todavía más la fractura existente. Y es que al día siguiente de que el Consello Político Nacional (máximo órgano del partido) decidiese disolver las asambleas comarcal y local para que una gestora se pusiese al frente de la formación, el concejal vilagarciano Miguel Alves recibió un correo electrónico del portavoz del grupo municipal, el edil Jesús López, comunicándole que procedía a cambiar las cerraduras de la sede de EU en la calle Agustín Romero.

¿Los motivos? La "nueva situación existente" en el partido tras la disolución de las agrupaciones y "en base a recomendaciones realizadas desde la propia organización". Así explica López a Alves que "la mayoría del grupo municipal ha decidido acogerse a estas" y por tanto cambiar la cerradura. Cabe recordar que el grupo en Ravella está formado por tres concejales: por un lado Jesús López y María Mosquera, y por el otro, Miguel Alves.

Aparte de vetar el acceso al concejal que en febrero de este año sustituyó el escaño de Juan Fajardo, con esta decisión también quedan anuladas las reuniones que Alves, Ramón Bueno y militantes afines mantenían cada miércoles a modo de asamblea "para abordar temas municipales". Para asuntos orgánicos, de partido, la última asamblea se celebró el 9 de abril debido a la inacción del coordinador comarcal, Juan Lamelas.

Alves se sorprende del mail remitido por Jesús López porque asegura que no dispone de notificaciones por parte de Esquerda Unida de ningún tipo de decisión desde que estalló esta guerra interna. "Yo soy concejal de pleno derecho y me debo a la asamblea. Del Consello Nacional no sé nada, solo lo que sale en la prensa. Nadie nos comunicó que se disolvía nada", comenta el concejal vilagarciano.

Del local de Agustín Romero tenían llaves varias personas, como por ejemplo los tres ediles en la corporación de Vilagarcía, el coordinador comarcal o el hombre que se encargaba de abrir y cerrar la sede.

La prohibición de que Miguel Alves entre en el local, con o sin llave, queda reflejada claramente en el correo electrónico firmado por el portavoz del grupo municipal: "Esta situación se mantendrá mientras que con la futura gestora no se establezca el funcionamiento y determinación de los accesos a este local. Hasta entonces, cualquier cosa que del local puedas necesitar como miembro del grupo municipal, lo comunicas y se intentará facilitar".