La limpieza de arcenes en la red que rodea el ayuntamiento de Vilagarcía se hacía imprescindible pues la maleza había crecido de forma salvaje hasta el punto de que limitaba la visibilidad en algunos tramos y comprometía en este sentido la seguridad de la conducción.
Aunque el riesgo todavía era improbable si empezaba a preocupar a los conductores que ya veían necesarias las labores de desbroce en arcenes y taludes de los principales viales de la localidad, como se está realizando en estos momentos.
Con todo, la actuación que se plantea no convence a todo el mundo pues los ecologistas recomiendan que las especies invasoras sean arrancadas de raíz en vez de cortadas con la máquina para evitar su proliferación.
Es el caso del "plumacho argentino" que en los últimos meses se multiplicó como una invasión en los viales públicos y son una amenaza para el ecosistema autóctono.
Recientemente alertaba de la situación Ecoloxistas do Salnés en una visita al río Umia donde se han encontrado muchos ejemplares de esta planta exótica que se expande de forma espectacular por el paisaje gallego.
La también conocida como "hierba de la Pampa" se extiende de forma muy sencilla pues basta conque su semilla sea arrastrada por los neumáticos de un coche hacia su nueva ubicación para que prenda casi de inmediato y se desarrolle en su nuevo territorio.
Esto es lo que ocurrió en el vial del Puerto de Vilagarcía que muchos conductores recordarán que se llenó de este tipo de plantas de enorme plumero y que pronto ocupan un enorme espacio impidiendo el desarrollo de especies autóctonas.
Salvo la hierba y alguna otra especie, la especie argentina suele colonizar las zonas en las que asienta de forma que predomina con claridad en el paisaje.
En la tarde de ayer la desbrozadora erradicó estas plantas pero lo más probable es que pronto vuelvan a brotar, quizás con más fuerza.
La eliminación de este tipo de plantas invasoras es una de las mayores preocupaciones de los ecologistas, conscientes de que requieren un trabajo manual para arrancar de raíz cada una de las plantas colonizadoras.
Pasa lo mismo con otras especies como la uña de gato, la acacia negra o las calas.
